Las declaraciones triunfalistas del gobierno federal sobre caída de la pobreza carecen de soporte y parecen más bien actos de precampaña electoral, ya que las cifras reportadas por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) la semana pasada no sustentan el festejo: la mitad de la población carece de ingresos suficientes para adquirir lo más básico y la falta de seguridad social afecta a 68 millones de personas, advirtió Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.

Los datos reportados en la medición de pobreza 2016 obligan a una revisión a fondo del modelo económico y social que impulsan autoridades federales y estatales, señaló la agrupación, que integra a decenas de organizaciones y expertos.

El Coneval reportó una caída de 3.5 por ciento de pobres, pero un incremento de 600 mil personas en pobreza entre 2010 y 2016.

Advirtió que hay reducciones que no mejoran las condiciones de vida de las personas, sino sólo reflejan un cambio en la forma de responder o de medir las carencias. En algunos casos se trata de cifras maquilladas o, al menos, no comparables y que no reflejan cambios recientes.

No han mejorado las condiciones de vida ni mucho menos el ejercicio de derechos de las personas. Explicó que las mínimas reducciones en el rezago educativo se explican sobre todo porque niñas y niños menores de 6 años que asisten a guarderías ahora son considerados en educación prescolar pese a que su funcionamiento y actividades sigan siendo iguales, y en realidad sean espacios de cuidado y no centros educativos. En el caso de acceso a servicios de salud se debe al Seguro Popular, y esta afiliación no garantiza su acceso efectivo a los servicios.

Aunque el Coneval reporto que la pobreza extrema afecta a 7.3 por ciento de la población, que equivalea 9.4 millones de personas, hay más de 21 millones que carecen de ingreso suficiente para adquirir alimentos, 17.5 por ciento. Esto indica que estarían en pobreza alimentaria de acuerdo con las categorías usadas en México hace pocos años.