Guadalajara, Jal.

Miles de estudiantes y académicos de la Universidad de Guadalajara (UdeG) exigieron justicia y mayor seguridad en los planteles de la institución, durante una protesta por la muerte del alumno Francisco Álvarez Quezada, de 17 años, quien la semana pasada fue acuchillado por un asaltante que le robó su teléfono celular y sigue prófugo.

Un contingente de jóvenes de preparatorias y facultades, encabezado por estudiantes de la preparatoria de Tonalá, donde Francisco era alumno destacado, marchó desde el edificio central de la UdeG hacia plaza Liberación, a ritmo de batucada y con la pregunta ¿qué queremos?, respondida a coro: ¡justicia!

La marcha dio comienzo ayer pasadas las 10 horas, apenas tres después de que se perpetró uno de los tres asaltos que, en promedio, padecen a diario los miembros de la comunidad universitaria.

En esta ocasión la víctima fue una joven de la preparatoria Jalisco, ubicada en el centro de Guadalajara, a quien arrebataron su mochila, según Jesús Medina, dirigente de la Federación de Estudiantes Universitarios.

Rector admite narcomenudeo y propone trabajo coordinado

El rector de la UdeG, Tonatiuh Bravo Padilla, reconoció que uno de los principales problemas que enfrentan varios campus universitarios es la venta de drogas al menudeo, en especial en el de Ciencias Sociales y Humanidades. Pidió la participación de los tres niveles de gobierno, con una coordinación efectiva. Tenemos que hacer una estrategia común, dijo.

Raúl Padilla López, ex rector de la UdeG, coincidió con Bravo Padilla en que debe existir coordinación de todos los niveles de gobierno y se negó a culpar a una sola instancia por la inseguridad. La exigencia va hacia los tres niveles de gobierno, el federal, el estatal y el municipal. Y también hay una dosis de autocrítica hacia nuestros propios órganos, que tienen el compromiso de coordinarse mejor con esas instancias para abatir este problema, señaló.

Padilla López negó que la UdeG esté politizando la muerte de Francisco con miras a las elecciones que se efectuarán en el estado el año próximo. A su ver, se trata de un legítimo reclamo en un país donde el problema de la inseguridad crece y no se ha logrado detener.

Según autoridades policiacas y de Protección Civil, al término de la marcha –que duró unas dos horas–, no hubo reportes de incidencias, pese a lo numeroso del contingente que participó.