n este mismo espacio escribí en favor de Ricardo Monreal para dirigir los trabajos de Morena en la ciudad ( El Despertar, 23/7/17). Me parece que es un estupendo líder y un buen jefe. Pronostico que mantendrá su trayectoria y su cercanía personal y política con Andrés Manuel López Obrador, la que cuenta ya con 20 años de excelente ejecutoría.

Una ruptura interna en Morena pondría en riesgo el triunfo en la Presidencia, el Congreso y la capital. Sin esos triunfos no podríamos iniciar la tarea de transformar a México.

Comparto lo expresado por Ricardo: que nuestras diferencias deben resolverse dentro de Morena. Comparto lo expresado por López Obrador: ¿qué ganamos con pelearnos?

Ratifico lo escrito: la personalidad de Ricardo es una de las más fuertes en la política mexicana; su experiencia legislativa y su trabajo en el Ejecutivo de Zacatecas y de la delegación Cuauhtémoc tiene un alto nivel de aprobación. Ha tenido mucha eficacia en todos los puestos que ha ocupado, tiene varias cualidades que comparte con López Obrador: es empático, astuto y previsor.

Yo trabajé en favor de Monreal en varias instancias en los meses recientes; me propuse apoyar sus legítimas aspiraciones. Estas tareas, de las que me siento muy satisfecho, coincidieron siempre con la voluntad de impulsar el triunfo de López Obrador y de Morena a la Presidencia.

Creo que Monreal es uno de los grandes activos con los que cuenta nuestro movimiento. La ruptura abriría un socavón que vendría a favorecer a nuestros enemigos, que esperan cualquier oportunidad para dañar la trayectoria de López Obrador y frenar el avance democrático.

Ricardo es un gran líder, el mayor que tiene Morena, después de Andrés Manuel. Su servicio es vital para nosotros y por eso hago votos por que no sólo permanezca dentro de Morena, sino para que continúe trabajando por el movimiento tan eficazmente como hasta ahora. Sus aportaciones en el triunfo de la Ciudad de México y el país pueden ser decisivas.

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