Escritura migrante. Escritura colaborativa es el título de una de las propuestas que auspicia la Casa Refugio Citlaltépetl, cuya finalidad es abrir un espacio de reflexión colectiva en torno a la comunidad que en cierto momento ha habitado la casa, así como los que han contribuido a su desarrollo, además sobre los que en el futuro podrían habitarla.

La idea es preguntarnos en colectivo cuál podría ser hoy la función de una casa refugio, en el contexto político y social que se vive en México y en el mundo, explicaron los académicos e investigadores Rafael Mondragón y Hayde Lachino, quienes coordinan esa propuesta.

Escritura migrante es un ejercicio de escritura colectiva para compartir las múltiples formas en que todos somos migrantes. Porque migrar es transformarse, mutar, devenir otro, otra, muchos. Tiene por objetivo manifestar nuestros sueños, nuestras aspiraciones, nuestros sentires, preguntas e inquietudes, pensar la migración y el refugio como estrategias para salvaguardar la vida, apuntaron los también promotores culturales.

Para ello, se hizo una invitación mediante una carta a distintas personas, colaboradores, ex residentes y vecinos, en la que se explica dicho propósito y se exhorta a sumar distintas voces.

En dicha acción pueden participar todas las personas que quieran, sin importar sexo, edad, nacionalidad, lugar de residencia, porque todos somos migrantes.

Escritura migrante. Escritura colaborativa “es un acto colectivo y político, una acción con la que también se quiere celebrar la nueva etapa de la Casa Refugio Citlaltépetl.

El sábado 26 dio inició dicha acción. Se abrió el sitio piratepad.net/D9pw6mgbix que permanecerá una semana, aproximadamente, para todos aquellos interesados en participar.

En la imagen, talleristas de Bordando su Presencia, impartido por Paulina DomínguezFoto Guillermo Sologuren

Dinámica

Con la colaboración de unas 15 personas, en la sala de la casa refugio, sentados en círculo, luego de explicarles la dinámica, empezaron a escribir en su teléfono móvil.

Luego, en las paredes se pegaron tarjetas donde se apuntó el inicio de una frase, para detonar una reflexión, para que luego los participantes complementarían con pensamientos o comentarios, lo que al final resultó en un texto elaborado con diversas voces.

“En el México de hoy, una casa refugio debería…”, “Esta es una historia de cómo habité esta casa…”, “Para celebrar a los migrantes, quiero regalarles la siguiente pregunta, el siguiente sentir o deseo…”, fueron algunas de las frases que debían ser complementadas.

Paralelo a esa acción, se llevó a cabo el mismo sábado el taller de fotobordado titulado Bordando su Presencia, impartido por Paulina Domínguez.

Los participantes tomaban una imagen de un conjunto de más de 30 fotos de igual número de periodistas mexicanos que en años recientes han sido asesinados en distintas partes del país, entre los que se encontraban de Miroslava Breach y Javier Valdez, corresponsales de La Jornada.

El propósito es hacer un homenaje a esos periodistas, resaltando con bordado sobre la fotografía sus características más peculiares. Esa intervención es como reinterpretar su figura y reconectarnos así con su persona, explicó Domínguez.