Guadalajara, Jal.

Con rezos, un enorme estandarte de la Virgen de Guadalupe al frente, y la intención de dejar clara su indignación, unas mil personas vestidas de blanco se reunieron en torno del templo de El Refugio para exigir al ayuntamiento de Guadalajara retirar, por ofensiva para su fe católica, la escultura Sincretismo, inaugurada la semana pasada como parte de un proyecto de arte urbano municipal.

Pese a la amenaza de lluvia la gente comenzó a congregarse a las 15:30 horas en torno del templo, ubicado dos cuadras al sur de la obra plástica del artista tapatío Ismael Vargas, sobre la avenida Federalismo, donde un grupo musical amenizaba ya sobre una tarima que los organizadores instalaron.

La protesta fue convocada desde todas las parroquias de la arquidiócesis de Guadalajara y dirigida a los fieles para que salieran a protestar, debido, según los folletos repartidos, a que la mezcla de imágenes de la Virgen de Guadalupe con la diosa azteca Coatlicue es un insulto para quienes profesan la fe católica.

A las 16 horas comenzaron las oraciones con la mayoría de la gente de rodillas y tras varios avemarías el grupo se formó sobre la avenida y comenzaron a caminar rumbo a la escultura, pero solamente lo hicieron una cuadra, pues la mayoría prefirió evitar llegar hasta la obra para no verla de cerca.

Aunque el recorrido fue corto, sirvió para que se rezara el rosario y se entonaran porras a Jesucris- to y María Santísima, mientras ondeaban enormes estandartes guadalupanos o cartulinas con leyendas contra la escultura, entre ellas: Esta obra de arte se está exhibiendo en contra de la palabra de Dios; además calificaron la obra de adefesio y, según algunos concurrentes, de maligna o en honor a la santa muerte.

Sergio Macías Ramírez, uno de los organizadores de la manifestación, se proclamó vocero de pueblo guadalupano, y dijo que se presentarán quejas formales ante la Secretaría de Gobernación y ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos por el uso de más de 5 millones de pesos del erario municipal para instalar una obra que causa molestias a la ciudadanía al agredir la fe católica.

Consideramos que las autoridades no tienen por qué atentar contra un signo sagrado que es de la gran mayoría de los ciudadanos, por lo tanto llamamos al respeto y decidimos llevar a a cabo este acto de desagravio, dijo Jaime Cedillo, otro de los convocantes.

Antes de que se retiraran, los organizadores pidieron a los manifestantes que en sus respectivas parroquias corrieran la voz y realizaran actos similares de repudio y tambien de alabanzas a la Virgen por la ofensa que, consideran, ha recibido.

Venimos a pedir perdón, rezamos el santo rosario y es todo por hoy. En lo particular se hará un escrito al ayuntamiento de Guadalajara, a la Comisión de Derechos Humanos y a la Secretaría de Gobernación, documentando y solicitando públicamente el retiro de la imagen, concluyó el grupo.

A principios de semana el alcalde de Guadalajara, Enrique Alfaro Ramírez, defendió la obra de las críticas recibidas por los católicos, pues dijo que aunque cada quien puede opinar lo que quiera, seguirá adelante su proyecto de colocar esculturas monumentales en varios puntos de la ciudad para dar continuidad a un programa dotado con al menos 40 millones de pesos.