Viernes 25 de agosto de 2017, p. 7
Washington.
En medio de la controversia en Estados Unidos por el retiro de estatuas confederadas por su connotación racista, ahora son los monumentos a Cristóbal Colón los que están en la mira de grupos y activistas que contemplan al navegante como símbolo de un pasado imperialista.
La que está en Manhattan, de más de 20 metros, muy cerca del Central Park, puede tener sus días contados.
Tras la violencia que se desató en Charlottesville, Virginia, el alcalde de Nueva York, el demócrata Bill de Blasio, abrió un periodo de 90 días para revisar los símbolos de odio
en esa urbe.
La portavoz del ayuntamiento, Melissa Mark-Viverito, puso el foco sobre el navegante italiano que, buscando las Indias, llegó a América a las órdenes de la corona de Castilla y abrió así el camino a la conquista del sur del continente.
Es una figura controvertida para muchos, particularmente en el Caribe, y es algo que se debe mirar. Cuando hay que ver la historia, necesitamos hacerlo a fondo
, dijo la vocera.
De Blasio creó una comisión para revisar los símbolos en las calles neoyorquinas.
Pero no sólo allí se cuestiona a Colón. El lunes apareció rota la base del monumento más antigo en su honor en el país: un obelisco blanco en un parque de Baltimore, Maryland.
Destrozada a martillazos la leyenda en la piedra –Sacred to the Memory of Chris. Columbus Oct. XII MDCC VIIIC
– y en la base escribieron: Racismo: echémoslo abajo
.