Ante la falta de respuesta de las autoridades para ratificar el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y de una ley que establezca sus derechos, el Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar (Sinactraho) promueve desde hace un mes un contrato colectivo de trabajo que formalice su labor. No obstante, denunció que ha encontrado obstáculos por parte de los empleadores.

Marcelina Bautista Bautista, integrante de la secretaria general colegiada del Sinactraho, dijo que hay muchas trabas de las empleadoras, porque no ven claramente un respaldo, en este caso, que las obligue. Pero también, porque sus afiliados dudan de los sindicatos, pues refieren que han tenido muy malas experiencias.

Ante ello, Bautista dijo que el Sinactraho funciona con base en las necesidades de las trabajadoras del hogar, que es lograr obtener un empleo digno, con todos sus derechos, como cualquier otro.

Manuel Fuentes, abogado que colabora con el sindicato, señaló que incluso algunas empleadas del hogar han sido despedidas por el simple hecho de presentar el contrato, en tanto otras han sido amenazadas con quitarles su trabajo, por lo que ya han presentado demandas ante la Junta de Conciliación y Arbitraje.

El contrato colectivo tiene dos modelos, uno para quienes trabajan de entrada por salida y el otro para los que están de planta. En ambos, mediante el diálogo con los empleadores se establecen jornadas laborales de ocho horas y tiempo para comidas, días de descansos, vacaciones, aguinaldo y se especifica las actividades que realizarán las trabajadoras del hogar.

La secretaria general dijo que el contrato está organizado de acuerdo con los términos que marca la ley. Agregó que crearon también un tabulador de salarios, donde especifican el sueldo de las trabajadoras con base en sus actividades.

El Sinactraho lleva a cabo una campaña para lograr que cada vez más empleadores firmen el contrato colectivo y se han planteado reunir 10 mil firmas para diciembre próximo.

El próximo 30 de agosto este sindicato cumple dos años de haberse constituido, actualmente cuenta con 800 trabajadoras del hogar afiliadas, principalmente de Puebla, estado de México, Chiapas, Ciudad de México y Colima.

Represalías laborales

María de la Luz Padua Orihuela fue una de las trabajadoras del hogar que por hacer valer sus derechos ha sido despedida. En entrevista, dijo que hace dos años cuando solicitó a su empleadora una constancia de trabajo para constituir el sindicato, la despidieron.

La segunda ocasión fue por su embarazo, y aseguró que es más difícil obtener un empleo dado que plantea a sus empleadores sus derechos básicos.