Diputados de PRD y Morena calificaron de farsa el emplazamiento que la Procuraduría General de la República (PGR) hizo al ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex) Emilio Lozoya Austin, ya que con ello, afirmaron, se extiende una vez más la impunidad que cobija a los políticos en México.

El vicepresidente de la Cámara de Diputados, Alejandro Ojeda (PRD), y Emiliano Álvarez y Rodrigo Abdalá, integrantes de la bancada de Morena, consideraron que ante la cortina de humo en torno a Lozoya Austin se debe impulsar la solicitud de juicio político que existe archivada en la Cámara de Diputados contra él, pues la sociedad no está dispuesta a continuar tolerando la corrupción-impunidad que garantiza la libertad a quienes han expoliado el país

Ojeda, refirió que la denuncia en torno de Lozoya Austin se hace más sospechosa, “porque recibio 4 millones de dólares entre abril y noviembre de 2012, cuando era coordinador de Asuntos Internacionales del PRI.

“Ello explica el propósito de la PGR de tratar de evadir el tema, bajo el argumento de que hasta el momento no tiene pruebas en contra de Lozoya Austin, pues no ha recibido la documentación que se requiere para el caso de parte de las autoridades brasileñas.

Obviamente se está haciendo todo lo posible por encubrir al ex director de Pemex, porque seguramente algo sabrá sobre el destino que muy probablemente tuvieron esos recursos.

Por su parte, Emiliano Álvarez indicó que por salud de la credibilidad en la política y sus actores, antes de especular sobre el destino de los 10 millones de pesos, la instancia investigadora y obligada a clarificar adónde se fue ese dinero debe despojarse del manto de incredulidad ciudadana que le pesa y lleva como lastre.

El legislador consideró que la impunidad es el cáncer –derivado de la corrupción– que viene aniquilando la escasa credibilidad de los mexicanos en sus instituciones. Nosostros en Morena tenemos claro que esos vicios sociales nos han arrastrado a una descomposición, que sólo tiene un camino para corregirse, la honestidad y la transparencia. Y eso es lo que no gusta al grupo en el poder, porque temen que el pueblo los desenmascare.