La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) está lista para recibir a los 3 mil 613 alumnos adicionales de bachillerato que fueron aceptados luego de haber sido calificados erróneamente en su examen de ingreso, aseguró el rector Enrique Graue Wiechers.

Dijo que este equívoco está siendo investigado. Se están analizando las responsabilidades, así como los contratos de quienes cometieron el error en las evaluaciones de un grupo numeroso de aspirantes.

Entrevistado luego de encabezar la ceremonia de apertura del ciclo escolar 2017-2018, descartó que los temas de inseguridad que se han registrado en la máxima casa de estudios sean de gravedad, pero sostuvo que se atendienden de manera puntual.

Ya en la ceremonia, ante cientos de alumnos, funcionarios y académicos reunidos en el Centro de Exposiciones, en Ciudad Universitaria, Graue Wiechers dijo que la máxima casa de estudio realizó un esfuerzo histórico este año para recibir a 36 mil estudiantes de primer ingreso en su sistema de bachillerato y 47 mil de nivel licenciatura. Explicó que junto a estos números históricos en su matrícula, la cifra de aspirantes sumó alrededor de 450 mil jóvenes en ambos niveles.

Ojalá pudiéramos ofrecerles un lugar a todos aquellos que lo solicitan; desafortunadamente no es posible. Tenemos que hacer exámenes de admisión y seleccionar a los mejores candidatos, argumentó.

También ante ex rectores que fueron invitados al encuentro, hizo referencia pública al problema que se registró con las calificaciones de un grupo de aspirantes al bachillerato hace apenas dos semanas.

Dijo que a pesar de haber seguido todos los protocolos, un grupo de exámenes de admisión al bachillerato fue evaluado con una plantilla que no correspondía a la hoja de respuestas. Al detectar el equívoco, se ordenó la revisión exhaustiva y se identificó a algunos miles que ameritaban ser rectificados.

La universidad actúo con veracidad y rectitud, reconoció el error, lo subsanó e ingresaron 3 mil 613 jóvenes que alcanzaron el puntaje requerido y, desde el 10 de agosto, son ya universitarios, dijo.

Asimismo, expuso que la UNAM es de México y al estar en el país no es inmune a las alteraciones sociales que se viven, entre ellas la inseguridad y el narcomenudeo.

No obstante, señaló que la universidad es uno de los lugares más seguros del país, a pesar de ser un espacio abierto, donde la prevención de cualquier delito se hace únicamente por medio de la vigilancia, por la vía de la disuasión y con el apoyo de los trabajadores.

El rector recalcó a los estudiantes que el uso de estupefacientes y bebidas embriagantes está prohibido dentro de las instalaciones, no porque algunos de estos enervantes sean ilícitos, sino porque a su edad provoca adicciones, daños cognitivos y alteraciones en la memoria y en el aprendizaje. Por eso, al margen de cualquier postura individual, su consumo seguirá prohibido en la universidad.

En su discurso, también se refirió al grave problema de la violencia de género, que es inadmisible entre los universitarios, y los instó a denunciar cualquier acto inadecuado que presencien.

La equidad de género es una de las metas universitarias, una aspiración nacional, y la universidad debe ser ejemplo. Además, porque 58 por ciento de quienes ingresan en este ciclo escolar son mujeres, añadió.