Buenos Aires.

La justicia argentina concedió este miércoles la prisión domiciliaria a la líder social Milagro Sala, encarcelada desde enero de 2016 y cuya liberación fue solicitada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en un caso que ha provocado presión internacional al gobierno del presidente argentino, Mauricio Macri.

La defensa de esta líder afín al kirchnerismo objetó las condiciones de prisión domiciliaria porque se dispuso que se cumpla en una casa que describen como inhabitable.

Además, se ordena que la custodie la Gendarmería Nacional, fuerza federal en el ojo de la tormenta por un caso de la desaparición forzada de un joven en el sur del país durante una protesta mapuche.

La abogada defensora Elizabeth Gómez Alcorta dijo que “el domicilio no tiene luz, agua, muebles ni ventanas.

Le van a poner una custodia que está prohibida y que es de las fuerzas federales, todas son irregularidades e ilegalidades, pero en las condiciones en las que está hoy, Milagro acepta eso y después discutiremos, dijo, cuando aún no se hacía efectivo el traslado.

Sala, líder indígena de 53 años, está presa en Jujuy, provincia ubicada mil 900 kilómetros al norte de Buenos Aires. Enfrenta acusaciones, sin pruebas, por presuntas amenazas y malversación de fondos públicos para construir viviendas a través de la organización Tupac Amaru durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner (2003-2015).

Activista del proyecto kirchnerista, Sala se ha enfrentado al gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, promotor de los procesos en su contra y aliado de Macri. El Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre Detención Arbitraria consideró su encarcelamiento violatorio de los estándares del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos y ha llamado a su liberación inmediata desde 2016.

Una decena de organismos internacionales se han unido al pedido.

Pese a la orden judicial, aún resta que otro juez que lleva una causa contra Sala también falle en favor de la prisión domiciliaria para que ésta se haga efectiva.

La casa designada para que cumpla el arresto, que no es su domicilio particular, vista desde el aire se ve como una propiedad con gran jardín y piscina, porque era un lugar que la Tupac Amaru, su organización, construyó para centro de rehabilitación de adictos, pero que fue desmantelada después de la detención de la dirigente social.