Shane Sugar Mosley se va del boxeo. A los 45 años dijo ayer que el cuerpo ya no les responde como solía hacerlo. Le recordó que ya es mayor para este exigente deporte y ya no puede ser más un peleador. Entonces prefirió anunciar su retiro definitivo.

Hace cinco años, mayo de 2012, el mexicano Saúl Canelo Álvarez se cruzó en el camino del Sugar Mosley para vencer por decisión unánime a un boxeador que fue considerado el mejor libra por libra. Peleador impecable pero que desde 2002 empezaba alternar victorias y derrotas. El Canelo fue uno de los episodios de ese declive, admite el mánager del pelirrojo, José Reynoso.

Es la ley del tiempo, cuenta Reynoso a un mes de que su peleador enfrente el que considera el mayor reto en su carrera, disputar el título mediano al kazajo Gennady Golovkin, el 16 de septiembre en Las Vegas.

Mosley escribió páginas memorables del boxeo, es un firme candidato al Salón de la Fama, y como toda historia su final llegó ayer. Más allá de provocarme nostalgia por lo que vivimos al enfrentarlo, me hace pensar en la buena decisión de alguien que escribió episodios gloriosos; tomó la decisión correcta, considera Reynoso; marcharse cuando ya no se pueden hacer bien las cosas, mejor que poner la carrera por el suelo. Espero que se vaya con los bolsillos llenos y la salud intacta.

Cuando una figura como él –explica– se despide es normal mirar atrás y evocar sus mejores momentos, pero también sirve para recordar que en este deporte todos están de paso. Piensa en los retiros casi simultáneos de Mosley, pero también de Juan Manuel Márquez, Timothy Bradley y Wladimir Klitschko, que representan el fin de una era.

Se van figuras que dominaron en su momento, pero nos habla de cómo en este deporte llega un momento en el que desaparecen facultades, pero no sólo es que tengan menos capacidades, sino que se vuelve más riesgoso para ellos, porque los golpes son más peligrosos para un boxeador que sufre el paso del tiempo, considera.

Chepo lo dice cuando el Canelo está en la cima del éxito y la juventud. A un mes de medirse contra el peleador que todos consideran su rival natural, admite que están en un momento en el que el pelirrojo puede alcanzar el reconocimiento pleno a su trayectoria.

Si uno mira hacia México, con el retiro de Juan Manuel Márquez se cerró un ciclo en el que estaban Marco Antonio Barrera, Érik Morales, evalúa; pero también abre la puerta para que jóvenes se instalen rumbo a la con- sagración. Es un momento de oportunidad para otros.

Canelo –pone de ejemplo– ya tiene un trecho avanzado y no titubea en afirmar que hoy es la máxima figura del boxeo en México y que en un mes exacto estará en posibilidades de alcanzar una posición de reconocimiento indiscutible. Incluso ser considerado el mejor libra por libra del momento.