El Real Madrid sigue de fiesta. Después de ganar las ligas de España, de Campeones y Supercopa de Europa ahora conquistó la Supercopa española al ven- cer 2-0 (global 5-1) al Barcelo-na, con sendos goles de Marco Asensio y Karim Benzema.

Los merengues llegaron con ventaja 3-1 en el marcador global, pero no se conformaron. Salieron al ataque y dejaron claro que la ausencia de Cristiano Ronaldo, sancionado cinco partidos por empujar a un árbitro, no les pesaría en la cancha.

El reloj apenas marcaba los cuatro minutos en el estadio Santiago Bernabéu cuando Marco Asensio se atrevió a lanzar un potente zurdazo de larga distancia que dejó perplejo al guardameta Marc-André ter Stegen y le dio el primer gol al conjunto madridista.

Quizá para el Barça un tanto de desventaja no sea una gran complicación para remontar, pero en esta ocasión el Real Madrid le aventajaba con tres goles en los cartones y no conforme, tenía hambre de más.

El duelo fue vertiginoso de principio a fin, tal como se viven los clásicos entre merengues y azulgranas. El Madrid dominó la primera parte con una ofensiva comandada por Marcelo y Benzema.

El Barcelona recurrió a Sergi Roberto para cubrir la baja por lesión de Andrés Iniesta al tiempo que contrarrestó las acciones del rival con pinceladas magistrales de Lionel Messi y Luis Suárez en el ataque.

Suárez puso en peligro la meta de los madridistas con un jugada por el sector izquierdo, pero al dar potencia al remate envió el esférico por arriba del arco.

Messi también se acercó a las redes al desbordar por el carril derecho y tras sostener un mano a mano con el guardameta disparó. No obstante, Keylor Navas se mantuvo firme ante al mejor jugador del mundo y atajó el tiro.

El Real Madrid acechó la meta de los catalanes y al 39 marcó el segundo gol. Marcelo desbordó por la banda izquierda para mandar un centro a Benzema, quien recibió el pase, dio una media vuelta y remató con volea de zurda para poner el 2-0.

El técnico Zinedine Zidane hacía una fiesta en el banquillo de los merengues, mientras del lado contrario la tensión invadió al estratega Ernesto Valverde.

Dominado por la euforia, Benzema atacó por el centro, se quitó a la zaga catalana y lanzó otro tiro, pero en esta ocasión el balón se fue por arriba del travesaño.

Los jugadores del Barcelona se fueron cabizabajos al vestidor, parecía inconcebible lo que pasaba en la cancha, habían llegado en desventaja y no se reponían.

Para el complemento, los azulgrana resurgieron en el campo. Suárez disparó con potencia desde el costado izquierdo, pero Navas le impidió el gol.

Leo no estaba dispuesto a llevarse una derrota de tal magnitud, así que disparó desde el centro del área, parecía que llegaría a las redes pero se interpuso el arquero. El esférico quedó vivo y Luis Suárez remató con la cabeza el rebote, pero el gol se negó y el balón pegó en el poste.

El Barcelona persistió, aunque el esfuerzo no fue suficiente: los merengues resistieron y tras el silbatazo final se lanzaron al festejo.