Alejandra la Tigre Jiménez estaba realmente molesta antes de su pelea. La retadora del título en peso completo del CMB, la canadiense Vanessa Lepage, había sido no sólo descortés, sino incluso grosera. Dejó con la mano extendida al equipo de la campeona mexicana.

Nunca tuve una rival con tan mala actitud, se dedicó a faltarnos el respeto. Se burlaba todo el tiempo, cuenta la Tigre; creo que eso influyó en mi pelea.

Jiménez noqueó en tres asaltos el sábado pasado. Aprovechó la distancia, impuso su fuerza, y anuló a la canadiense. Es la segunda defensa de su título.

Desde que ganó el cetro en marzo de 2013, la Tigre pasó por un periodo de inactividad inexplicable, donde sus promotores no le consiguieron rivales. Un año en que la impaciencia la llevó a la depresión.

Había dejado todo, mi carrera de chef, para hacerme campeona, pero de qué servía si estaba relegada, recuerda.

El futuro de la Tigre –piensa– debe ser migrar a Estados Unidos para tener más actividad, mejores ganancias y mayor proyección.

He estudiado cómo está la división y allá hay muchas peleadoras de mi categoría, creo que para poder crecer debo apuntar al mercado estadunidense, comparte; pienso en Estados Unidos sólo para pelear, pero ya me hicieron ofertas también para entrenar; aceptaré sólo si me permiten cargar con mi equipo en la maleta.

En octubre volverá a defender su cinturón, pero esta vez será en Nueva York.