La procuraduría de Justicia de la CDMX no logra ubicar a presuntos responsables
Opera la estancia Sagrado Corazón de Jesús, pese a que autoridades admiten que hay anomalías
Lunes 14 de agosto de 2017, p. 15
En un albergue religioso de la Ciudad de México, subrogado por el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), una mujer de 19 años con discapacidad mental fue víctima de maltratos y abusos sexuales, y aunque señaló al menos a tres presuntos responsables de los hechos, la procuraduría de Justicia capitalina no ha logrado ubicarlos y la casa-hogar sigue funcionando sin restricciones.
Así lo denunció la madre de la joven agredida, quien lamentó que el DIF siga enviando a decenas de personas a lugares que carecen de las condiciones elementales de seguridad para los pacientes y donde corren el riesgo de ser lastimadas e incluso perder la vida.
La mujer, quien solicitó el anonimato por razones de seguridad, afirmó en entrevista con La Jornada que a principios de 2015 acudió al DIF nacional a solicitar que recibieran a su hija en algún albergue especializado en la atención para personas con discapacidad intelectual, lo cual le fue concedido a finales de ese año.
La víctima, en ese entonces de 17 años, es como una niña chiquita, porque tiene una edad mental de tres años, usa pañal y toma medicamentos para no convulsionarse
, explicó la denunciante, quien afirmó que ha sufrido cuadros depresivos fuertes y no puede tomar cualquier empleo, debido a la atención que requiere su hija.
El sitio al que entró la joven el 4 de noviembre de 2015 es la Fundación Estancia Sagrado Corazón de Jesús –ubicada en la colonia San Miguel Topilejo, delegación Tlalpan–, que se identifica como una casa-hogar para mujeres con discapacidad intelectual de entre 6 y 70 años, que proporciona alojamiento, alimentación, vestido, terapia ocupacional y servicios de salud y rehabilitación
.
Un par de semanas después de internar a su hija, la denunciante fue por ella para acompañarla a una visita médica, pero la encontró bien flaca y como zombi, toda dormida
. Además, con un cuadro de diarrea y marcas de aparentes mordidas alrededor de la boca.
Aunque se quedó con ella dos días en su casa, la mujer devolvió a la joven al albergue, donde le advirtieron que no podría verla tan seguido, porque necesitaba acostumbrarse
a su ausencia.
A pesar de ello, el 29 de noviembre de 2015 acudió nuevamente a la casa-hogar. Al verla, su hija le gritó desesperada que se la llevara de ahí, lo cual hizo, no obstante el enojo de las monjas que dirigen el lugar.
Una vez de regreso en su casa, la afectada empezó a quejarse de dolor en los genitales, hasta que finalmente le reveló que otras tres pacientes del albergue la habían amarrado, le pellizcaron los senos y le introdujeron objetos en la vagina.
Tras levantar una denuncia ante la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJCDMX), con número FDS/FDS-3/T3/00322/15-12 –de la cual este diario tiene copia–, la mujer llevó a su hija con una sicóloga de dicha institución, quien acreditó que la menor presentaba indicios de haber sido agredida sexualmente.
No obstante, la PGJCDMX mandó el expediente a reserva, al argumentar que no había elementos para probar la denuncia. Aunque retomó el caso por la declaración de la sicóloga, no ha podido ubicar a tres personas señaladas por la víctima, una de las cuales, al parecer, fue cambiada de albergue por el DIF, según la madre de la joven.
La mujer aseguró que las autoridades admitieron la existencia de múltiples quejas contra esa casa-hogar, pero incumplieron sus promesas de ayuda. Subrayó que pedirá una indemnización económica para su hija.
Consultado sobre el tema, el DIF nacional informó que la persona indicada para dar un posicionamiento al respecto no estuvo disponible en días recientes.