A partir de los 47 años, las mujeres pueden empezar a “dejar de menstruar e iniciar la segunda etapa de sus vidas, pero deben saber cómo, para evitar riesgos como el desarrollo de enfermedades cardiovasculares u osteoporosis, entre las más graves y letales, advirtieron médicos ginecólogos.

Por falta de información es frecuente que las mujeres cursen con los síntomas del climaterio y la menopausia –los años previos y la última menstruación– sin buscar ayuda profesional. Se piensa que malestares como bochornos y sudoraciones excesivas, alteraciones del sueño y resequedad vaginal, son inevitables al final de la cuarta década de la vida.

En realidad, dijo Julio Morfín, miembro del Colegio Mexicano de Especialistas en Ginecología y Obstetricia, estos síntomas deben ser la alerta para que las mujeres acudan con sus médicos y busquen la alternativa que mejor les convenga para controlarlos y sobre todo, prevenir riesgos futuros ante la disminución de la actividad hormonal.

Según las estadísticas en México hay alrededor de 12 millones de mujeres en la etapa posterior a la menopausia. Para 2020 el número ascenderá a 14 millones y en 2050 será el doble: 28.5 millones, lo que se suma al aumento en la esperanza de vida, de 78 años actualmente. Significa que 40 por ciento de su existencia, cuando menos, lo vivirán en la etapa de la posmenopausia, dijo el especialista.

Señaló que alrededor de 80 por ciento tiene síntomas, pero sólo una quinta parte lleva algún tratamiento para compensar la baja de estrógenos.

Resaltó que existen varias opciones de tratamientos de remplazo hormonal, los cuales se prescriben con base en la situación de cada mujer. Para aquellas que por una condición de salud –como haber tenido cáncer de mama y ovario– en quienes no está indicada la terapia de ese tipo o las que simplemente no desean llevarla, están disponibles productos (suplementos alimenticios) que no contienen hormonas, pero tienen la capacidad de mejorar los síntomas del climaterio y la menopausia.

La etapa del climaterio se inicia alrededor de los 35 años y a partir de entonces puede haber algunas manifestaciones de la disminución de la actividad hormonal como las mencionadas y otras que pueden ser irritabilidad, ansiedad y depresión. Morfín también se refirió a la atrofia vaginal que además de resequedad se manifiesta con comezón, ardor y dolor durante las relaciones sexuales.

Si bien son molestias normales, se pueden controlar para que las mujeres lleven una vida plena en todos los ámbitos, lo que incluye prevenir males crónico degenerativos.

El ginecólogo advirtió que después de los 50 años, la mitad de las muertes de población femenina se debe a un infarto al corazón y de las que sufren alguna fractura de cadera por osteoporosis, 20 por ciento muere un año después por otra lesión ósea. Incluso, dijo, el riesgo de muerte por osteoporosis es similar al de cáncer de mama.

Paloma de la Torre, integrante de la Asociación Mexicana para el Estudio de la Menopausia, comentó respecto de la atrofia vaginal que aunque las mujeres no tengan pareja sexual, es importante que se atiendan, a fin de evitar complicaciones como infecciones en vías urinarias y el deterioro en su calidad de vida. También para estas alteraciones existen opciones como geles que humectan, hidratan y regeneran el epitelio vaginal, indicó.