El impacto en la economía mexicana de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), planteada por el gobierno de Estados Unidos, fue sobredimensionado. El resultado fue que se pospusieron algunas inversiones, que empezara el año de una manera muy cautelosa, expuso Carlos Rojo Macedo, director general del Grupo Financiero Interacciones.

Había ciertas variables al incio de 2017 que nos hacían pensar que el crecimiento del país y de las empresas podía no ser tan bueno, que no sería como el de años anteriores, dijo en una entrevista con La Jornada.

Interacciones tiene en el financiamiento para la construcción de infraestructura una de sus principales actividades. Y en los gobiernos de estados y municipios a los mayores destinatarios del crédito que otorga.

Con la información que genera esa presencia, Rojo Macedo aseguró que en la segunda mitad del año el panorama que había en enero se ha modificado totalmente.

Lo primero que sucedió fue que sobredimensionamos el impacto que podía tener una renegociación del TLCAN. Esa sobrerreacción fue adecuada en ese momento, porque el rango de negociación era muy amplio. Hoy se ha venido acotando, hay más certeza y, a la vez, ha ayudado que el peso tuviera menos volatilidad, que haya más estabilidad financiera y el repunte del precio del petróleo. Todo esto generó confianza entre los inversionistas y en el sector público para avanzar en proyectos que estaban planteados, apuntó.

En el caso de Interacciones, el crédito creció 20 por ciento en el primer semestre del año, respecto de igual periodo de 2016. Eso, dijo el director de la institución, habla de las condiciones económicas en el periodo. Hubo una demanda muy grande de recursos, apuntalada por una mayor confianza de los inversionistas. No es que esa confianza no estuviera en el primer trimestre, pero estaba quizá fuera de la cancha esperando el momento ideal para meterse a jugar.

En este entorno, añadió, comenzó a cobrar dinamismo la demanda de crédito de empresas que van a suministrar bienes y servicios a las grandes compañías que ganaron las licitaciones petroleras hechas por el gobierno en los meses anteriores.

Mucha gente tenía la expectativa de que se empezaría a ver el efecto de esas reformas, como la de energía, de inmediato. El beneficio se ve a largo plazo, en los siguientes cinco o 10 años a partir de su promulgación. Estamos entranto al cuarto de que se firmaron y ya empezamos a ver el desarrollo de cadenas productivas y la inversión que realizan las entidades federativas, porque estos grandes proyectos requieren caminos, alumbrado público y servicios básicos como agua potable o salud. Y eso hace que las entidades inviertan más en este tipo de infraestructura.

–A partir de este año, la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios instaura normas para un mejor uso de los recursos públicos. ¿Hay mejoría en la forma en que gastan el dinero los gobiernos locales?

–Hay un avance importante. La ley de disciplina financiera ha obligado a las entidades federativas a ser más transparentes con el uso de sus recursos. Hoy que se someten al escrutinio público hay un avance importante para asegurarse que el dinero se esté utilizando de una manera eficiente. Hay un avance muy importante y conforme transcurra el tiempo y se siga sumando más regulacion, los mexicanos vamos a estar muy contentos con la manera como se administra nuestro dinero.