El sonido de las pelotas cuando golpean la pared, repetido incesantemente por cuatro bocinas, dos mujeres y un hombre toman un plumín para numerar las miles de manchas que se han sobrepuesto en los muros, audífonos con los testimonios de algunos de los jugadores de squash que llevan entre 7 y 40 años jugando en ese espacio, y un contrato colectivo en el que el dueño se compromete a que si algún día vende o demuele el lugar les dará a los jugadores y artistas parte de esas paredes que guardan tanto historia e historias de la colonia como de quienes se reúnen ahí de forma casi religiosa.

Es la instalación Permanencia voluntaria que el colectivo Tres (conformado por Ilana Boltvinik, Mariana Mañón y Rodrigo Viñas) realiza como parte del proyecto cultural Squash Editions, fundado por Laetitia Jeurissen, que llega a su edición número cuatro.

Homenaje a jugadores

“Somos un colectivo que lleva trabajando con la noción de residuos desde hace ocho años, nos llamaron para formar parte de Squash Editions, con la curaduría de Francesco Scasciamacchia, con esta pieza de tres elementos: uno es sonoro, el otro es una acción y el tercero es un contrato colectivo. Es un homenaje a los jugadores que llevan años jugando aquí, forman una microcomunidad y tienen un espacio social muy importante”, explica Ilana Boltvinik.

La idea parte de que todos los jugadores dejan en la cancha cuerpo y alma, y eso se ve con las marcas de las pelotas en la pared. Lo que proponemos es regresar después el espacio a los jugadores, en ese contrato colectivo, porque lo que hemos acordado con el dueño del lugar y los jugadores es que en el momento en que este inmueble se demuela o se venda nos van a dar pedazos de la pared que tienen las marcas de las huellas de las pelotas, eso se los vamos a dar a los jugadores como pieza de arte.

No existe intención de demoler el espacio, el Squash Ciprés que se ubica en la colonia Santa María la Ribera. Es una especulación un poco con la forma en que los lugares de esta naturaleza lentamente se han ido perdiendo en la ciudad.

Añade Rodrigo Viñas: este concepto de barrio es algo que se está perdiendo cada vez más en nuestra ciudad, por eso esta especulación, donde jugamos un poco a no saber cuándo esas piezas van a ser repartidas ni cómo, pero que sabemos que es un barrio que está siendo gentrificado fuertemente y muchas veces eso conlleva la pérdida de este tipo de comunidades, como la de los jugadores.

Recuperar en un futuro esos pedazos de pared impregnadas de las marcas de las pelotas  para nosotros es una forma de adentrarnos a toda esta historia. Esa marca es un residuo que en realidad resguarda mucha información social, humana. Como plantea el curador es que estamos tratando de leer lo ilegible que son estas estructuras sociales, historias íntimas que conforman la evolución del lugar y forman parte del edificio. El significado de esos fragmentos es guardar la memoria en los objetos, explica Mariana Mañón.

Al respecto, el curador Scasciamacchia habla de la dedicación de los jugadores y de esta instalación me interesaba lo que Tres podía hacer con un espacio de esta naturaleza. Pensé que era buena idea de reflexionar sobre el de esquash con un proyecto de investigación de lo que es este deporte ahora, lo que era, y cuál puede ser su futuro.

Permanencia coluntaria concluye hoy con una activación de las 14 a las 18 horas. El Squash Ciprés se localiza en la calle Jaime Torres Bodet 91, colonia Santa María La Ribera.