En la definición de los temas y las posturas que la delegación mexicana planteará en la renegociación del Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN), cuya primera ronda se efectuará en dos semanas en Washington, el titular de la Secretaría de Economía (SE), Ildefonso Guajardo, advirtió ayer que incorporar el tema laboral implicará imponer sanciones comerciales a empresas o productores que incumplan con la legislación de su país y acotó que el rubro migratorio sólo se abordará en cuanto al tránsito temporal de profesionales o gente de negocios.

Sostuvo que no se informará a detalle de los avances que se logren en cada tema porque el lema es nada está acordado hasta que todo esté acordado, y que por estrategia de interés nacional el margen de negociación debe ser suficientemente amplio. Sobre el controvertido capítulo de solución de controversias que Estados Unidos pretende eliminar y Canadá exige su permanencia, resaltó que prefiere esperar que presenten los planteamientos en la mesa en lugar de hacer rounds de sombra que no ayudan a nadie.

El funcionario sentenció que no arrancará las discusiones tratando de dar una clase de economía o de comercio internacional a sus contrapartes, en respuesta al cuestionamiento sobre cómo enfrentará las acusaciones del gobierno del presidente Donald Trump sobre el déficit comercial que su país mantiene con México y del que responsabiliza al TLCAN.

No obstante, mencionó que se debe ser consciente de que si se pretenden eliminar todos los déficit que se tienen con los socios comerciales para lograr una balanza cero, es darse un balazo en el pie en la integración competitiva porque se cortarán cadenas de valor, ya que 65 o 70 por ciento de lo que se comercia son insumos.

El equipo negociador de México estará conformado mínimo por 40 funcionarios, tanto de la Secretaría de Economía como de otras dependencias, a los que se sumará un grupo de empresarios que participará en el llamado cuarto de al lado, comentó Guajardo, quien encabezará la delegación junto con el subsecretario de Comercio Exterior, Juan Carlos Baker, así como Kenneth Smith y Salvador Behar, jefe técnico de la negociación y jefe negociador adjunto, respectivamente.

La delegación estará asesorada por dos despachos de Estados Unidos que desde hace 20 años tiene contratados la SE, pero Guajardo dijo que se evalúa conseguir otro y aseguró que la segunda ronda de negociaciones se realizará en la Ciudad de México alrededor del 10 de septiembre.

En cuanto al tema laboral, expresó que se pretende integrarlo al tratado para que quede sujeto al mecanismo de solución de controversias y sanciones en caso de incumplimiento. Así, si un productor que tiene éxito en exportar hacia Estados Unidos incumple con el esquema laboral mexicano puede ser llevado a proceso, castigado y perder sus privilegios, enfatizó.

Insistió en que se pretende concluir las negociaciones del TLCAN antes de las elecciones de 2018 en México y Estados Unidos con el fin de evitar que se repita lo ocurrido con el Tratado de Asociación Transpacífico (TPP), que tras cinco años de negociación fue firmado por el gobierno de Barack Obama con otras 11 naciones, pero fue tirado a la basura cuando llegó Donald Trump al poder.