El presidente de la Comisión de Seguridad Pública de la Cámara de Diputados, el panista Jorge Ramos Hernández, aseveró ayer que su bancada está dispuesta a discutir e intercambiar opiniones sobre la iniciativa de ley de seguridad interior que se dictamina en San Lázaro.

No obstante, sostuvo que no existe acercamiento formal con otras bancadas ni se trabaja en un documento para elaborar un dictamen que sea presentado ante el pleno cameral.

Por separado, el coordinador de PT-Morena en el Senado, Manuel Bartlett, advirtió que la ley de seguridad interior, que seguramente PRI y PAN tratan de imponer, permitirá que se avance en la militarización del país.

Recordó que el PAN siempre se ha aliado al PRI para aprobar reformas que han tenido graves repercusiones para el país, como fueron la energética y la educativa, y ahora van por la legislación que permitirá a las fuerzas armadas pasar por encima de los derechos humanos.

A un mes de que se inicie el periodo ordinario de sesiones en el Congreso, las bancadas partidistas que integran la Cámara de Diputados se pronuncian, en el caso del PRI, por avanzar en el debate que conduzca a una iniciativa de ley de seguridad interior, mientras que PAN y PRD se han manifestado porque a la ley de seguridad interior debe anteceder la ley de mando mixto policial.

Ahora, el presidente de la Comisión de Seguridad Pública habló sobre la ley de seguridad interior y sostuvo que su representación ha hecho “planteamientos muy concretos en relación con la defensa de los derechos humanos como componente irreductible para que podamos entrar a la discusión y aprobación del dictamen.

El panista Ramos Hernández señaló que la ley de seguridad interior que se dictamine tiene que acabar con la comodidad en que se encuentran alcaldes y gobernadores por la intervención de las fuerzas armadas en tareas de seguridad, omitiendo sus responsabilidades de formar fuerzas policiacas profesionales y honestas.

En entrevista aparte, el diputado Jesús Zambrano, del PRD, dijo que hay acercamientos entre priístas y panistas, y pidió que la bancada de Acción Nacional aclare si está dispuesta a avalar una ley de seguridad interior que hasta hace algunos días no apoyaba.

Una modificación constitucional de esa magnitud, explicó Zambrano, no puede ser aprobada por los dos partidos mayoritarios, sino que debe tener el mayor consenso posible, porque se trata de la seguridad del país y de la gente, y con ésos no debiera aplicarse la lógica de mayorías y minorías.

Por separado, el senador Bartlett Díaz destacó que no duda que PRI y PAN recurran al albazo para sacar lo más pronto posible el marco jurídico que el Ejército reclama, sin importar que signifique otorgar a las fuerzas armadas facultades para llevar a cabo cateos indiscriminados y espionaje telefónico. Van a condenar a las nuevas generaciones a vivir en un régimen militarizado, aseveró.