Los Ángeles.

En 2016, Luz de luna ganó el Óscar a la mejor película y Talentos ocultos fue la decimocuarta película más taquillera del año, pero las cintas populares de Hollywood siguieron dominadas por hombres blancos, como siempre.

Las representaciones de mujeres, minorías, personas LGBT y discapacitados siguió prácticamente igual que el año previo, pese a los llamados de atención sobre la falta de diversidad en Hollywood, dice un nuevo reporte de la Iniciativa de Medios, Diversidad y Cambio Social de la Facultad Annenberg de Comunicación y Periodismo de la Universidad del Sur de California.

Los perjudicados de manera más desproporcionada con la demografía estadunidense son las mujeres, los latinos y las personajes con discapacidades. La exclusión, señala el reporte, es la norma en Hollywood, no la excepción.

Durante nueve años desde 2007, la USC ha analizado la composición demográfica de cada personaje con nombre y diálogo en las 100 películas más taquilleras en Estados Unidos (excepto en 2011), así como empleos detrás de cámaras.

Cada año tenemos la esperanza de que veremos un cambio, dijo Stacy L. Smith, profesora de la USC y autora principal del estudio. Por desgracia, esa esperanza no se ha materializado del todo.

Las mujeres siguen muy poco representadas, tanto en papeles con diálogo como en protagónicos en las películas. De los 4 mil 583 personajes con diálogo analizados de las 100 películas más exitosas de 2016, 31.4 por ciento fueron mujeres, cifra que se mantiene igual desde 2007. Además, sólo 34 de las cintas tuvieron una protagonista o coprotagonista femenina, apenas tres de ellas pertenecientes a los grupos menos representados. Un auténtico estancamiento, subrayó Smith.

En términos de raza y etnia, el paisaje sigue siendo mayormente blanco, y los latinos son los más infrarrepresentados en comparación con la composición de la población estadunidense. De los personajes con diálogo estudiados, 70.8 por ciento fue blanco, 13.6 por ciento negro, 5.7 por ciento asiático, 3.1 por ciento latino y menos de 1 por ciento nativo estadunidense alasqueño o hawaiano.

Según el último censo estadunidense, 61.3 por ciento de la población es blanca, 17. 8 por ciento latina, 13.3 por ciento negra, 57 por ciento asiática, 1.3 por ciento nativa estadunidense y alasqueña, y 0.2 por ciento nativa hawaiana.

Más llamativo aún es el desglose de invisibilidad por película, que concluye que 25 por ciento de las 100 películas no tuvieron ni un personaje negro con diálogo, 54 cintas no incluyeron personajes latinos (14 más que en 2015) y 44 no tuvieron personajes asiáticos (una rara mejora desde 2015, cuando hubo 49 películas sin asiáticos).

Para las mujeres de color, la historia es aún peor.

Ya no podemos hablar tan sólo de mujeres en el cine. Lo que nuestros datos muestran este año con más fuerza que cualquier otro, es la auténtica epidemia de invisibilidad interseccional en el cine, apuntó Smith. Si se combina género con raza y etnia, las cifras se derrumban para la presencia de mujeres de color en cine.

Los datos son claros: 47 películas no tuvieron ninguna mujer negra, 66 no tuvieron asiáticas y 72 no tuvieron latinas.

También ampliamente invisibles son las mujeres LGBT, que se vieron excluidas de 91 de las 100 películas más taquilleras de 2016. Hubo un aumento notable de personajes gays con diálogo en 2016 (36 frente a 19 el año anterior), pero ningún personaje transgénero. La mayoría de ellos, 79.1 por ciento, fueron blancos, y 76 de las 100 cintas no tuvieron personajes LGBT. Sólo una, Luz de luna, tuvo un protagonista negro.

Detrás de las cámaras, el panorama siguió siendo desolador para las cineastas: en 2016 sólo hubo cinco directoras de 120 (incluyendo codirectores) y ninguna era negra.