Para el gobierno de Venezuela es fundamental el apoyo del pueblo de México, las organizaciones civiles, no gubernamentales y populares, más allá de la posición que tome su gobierno, señaló ayer la embajadora de ese país, María de Lourdes Urbaneja.

La diplomática habló en el mitin que realizaron ayer docenas de organizaciones independientes en la sede de la representación de la República Bolivariana de Venezuela en México, en el que manifestaron su apoyo a las votaciones que se llevaron a cabo en esa nación para elegir la Asamblea Nacional Constituyente.

A esa sede diplomática también acudieron a manifestarse cerca de 70 personas en contra del gobierno de Nicolás Maduro –principalmente venezolanos– y se generó un connato de refriega entre los dos bandos, por lo que intervinieron miembros del cuerpo de granaderos para separarlos y evitar un pleito.

Gremios como el magisterio independiente, la Central Unitaria de Trabajadoras, el Movimiento de Aspirantes Excluidos de la Educación Superior, grupos de apoyo a Cuba, integrantes del conglomerado de Atenco, entre muchos otros, realizaron el mitin y hasta una marcha para manifestar su solidaridad con el proceso electoral que Venezuela llevó a cabo ayer.

En este escenario la embajadora dijo que el gobierno de Venezuela está seguro de que la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente será el camino para crear la paz en ese país y preservar todos los logros de la revolución, hacerlos bienes públicos y permitirá construir el modelo económico que quiere esa nación.

En un templete también tomó la palabra María Elena de la torre, maestra integrantes del magisterio democrático del Valle de México, quien sostuvo que el pueblo mexicano debe dar las gracias a Venezuela por la lección de dignidad que está dando en la defensa de su soberanía.

Precisamente cuando tomó la palabra se oyeron gritos de ¡fuera! ¡fuera!, porque llegaron hasta la embajada decenas de venezolanos opositores al régimen de Maduro. Los gritos subieron de tono cuando estos últimos desplegaron una bandera de ese país y mostraban sus pasaportes y les gritaban a los manifestantes que ellos sí eran venezolanos y que ellos sí sabían lo que estaba ocurriendo en su país.

Váyanse a Miami, traidores, ¿qué hacen aquí?, vayan con su padre Trump, reviraron los manifestantes, mientras en el sonido se oía una pegajosa canción que rezaba “¡Vamos todos a votar, la Constituyente va¡ Se generó una disputa de consignas, descalificaciones y manoteos entre los dos grupos, por lo que intervinieron granaderos para separarlos y tuvieron que encapsular a opositores a la realización de las votaciones en Venezuela.

Tomó la palabra Jesús Escamilla, del Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba, quien sostuvo que es vergonzoso que venezolanos estén contra un gobierno que defiende su país, su soberanía, sus recursos y no se repliegue a Estados Unidos. Que no se agacha, como otras naciones a la administración de Donald Trump.

Fue cuando habló la embajadora. Agradeció el apoyo de las organizaciones a su gobierno y confió en que en las elecciones saldrá triunfadora la Constituyente.