Juan Luis Barrios estaba impresionado con las voces de apoyo que escuchó durante el recorrido, se había preparado para todo, incluso para ganar, y cumplió su cometido en el medio maratón de la Ciudad de México al entrar victorioso a escasos metros de la escalinata del Ángel de la Independencia.

En la meta, la bienvenida de centenares de aficionados lo conmovió, veía asombrado co-mo aplaudían y gritaban ¡bravo campeón! Sin faltar, por supuesto, el tradicional sí se pudo, cuando el mexicano ingresó a la meta levantando sus brazos tatuados con los emblemas olímpicos de Pekín 2008 y Londres 2012, porque el camino a Tokio 2020, comenzó este año con varios podios en las distancias de 21 kilómetros.

Ayer, Barrios, conquistó el tercero, con un tiempo de 1:06.01 horas, tres minutos arriba de lo programado. Subestimé el recorrido, fui demasiado fuerte en las subidas, del kilómetro cuatro al ocho y después del 10 al 14, pero me siento contento con la marca registrada, aceptó el doble medallista panamericano que regresó a la ciudad que lo vio nacer después de portar por muchos años la camiseta del estado de México.

Aún con el sudor en el rostro, el representante del Ejército Mexicano mencionó que lo realizado ayer es apenas un preámbulo para cuando corra por primera vez el maratón capitalino, el 27 de agosto, y rompa el maleficio de que se esa competencia solo está destinada para ser ganada por extranjeros.

Barrios sonríe agradecido por correr en esta ciudad. Seguirá su preparación, pues reconoce que la prueba de los 42.195 kilómetros es totalmente diferente, al igual que el trayecto, el cual forma parte de la ruta olímpica México 1968 y culmina en el estadio de Ciudad Universitaria.

La mañana fresca pintaba para un buen trayecto entre los 25 mil competidores que salieron del Caballito, en Paseo de la Reforma. Apenas aclaraba el cielo y se veía la multitud de corredores sin distinción de géneros.

Con playera azul cielo y short en tono oscuro de la marca deportiva que lo patrocina, Barrios tomó el mando de la carrera y no permitió que nadie le quitara el privilegio. Al ingresar al Bosque de Chapultepec, ya en el liderato absoluto, en el kilómetro 15, ninguno pudo alcanzarlo. En segundo lugar llegó el keniano Roberto Gaitho Gititu (1:07.48) y tercero el mexiquense Eloy Sánchez Vidal (1:08.08).

En damas, la mexiquense Esmeralda Rebollo (1:17.05) se ubicó en el tercer peldaño ante la batalla que sostenían las kenianas Risper Biyaki Gesabwa (1:16.46) y Grace Wambui Nganga (1:16.58), primera y segunda, respectivamente, mientras las experimentadas Madaí Pérez (1:20.07) y María Elena Valencia (1:23.32), terminaron novena y décima.

Rebollo comentó que el próximo año buscará la marca en 10 mil metros o maratón, para estar en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, Colombia.

Pasaron casi dos horas para que comenzara a arribar el grueso de los corredores, la mayoría recreativos, acompañados de sus respectivos clubes o equipos, algunos con toda la familia y hasta sus mascotas.

Los miles de participantes pasaron algunos apuros, pues antes de llegar al Auditorio Nacional, el tramo en obra por el Metrobús fue un cuello de botella que frenó a la multitud, la cual avanzaba a cuentagotas, pero al final todos entraron contentos y con los brazos en alto a la meta.