Budapest.

Adriana Jiménez salió decidida a darlo todo, era la última oportunidad que tenía. Se puso de espaldas para lanzarse al vacío mientras su cuerpo realizaba un triple mortal en posición B que le dio la puntuación más alta que necesitaba y asegurar la medalla de plata de los clavados de altura en el Mundial de Budapest.

Los jueces no dudaron en darle las calificaciones más altas de la final en la prueba de 20 metros. Nueves y 9.5 para la ejecución que estuvo a nada de la perfección y la remontó del cuarto al segundo lugar, con 308.90 puntos, en la torre gigante ubicada en la costa de la plaza Batthyány Danubio, frente al impresionante edificio del Parlamento.

La mexicana, de 32 años de edad, no cabía de felicidad por su histórico logro, el primero pa-ra su país y Latinoamérica en la rama femenil. El último clavado me salió muy bien, nunca lo había hecho así, comentó tras realizar la última ejecución que le dio 110 unidades, pues las dos anteriores que hizo con 62.40 y 70.20 la ubicaban fuera del podio.

La verdad estoy muy feliz, agradecida y asombrada. Esta medalla me ha costado mucho trabajo, y todo el sacrificio valió la pena. Me siento realizada, dijo emocionada Adriana, quien en Kazán 2015 terminó cuarta y es una de las protagonistas de la Serie Mundial Red Bull con dos títulos en la presente temporada.

Añadió que fue una competencia dura, sufrida, muy completa, con un nivel muy alto de cada una de las asistentes. El último salto jamás lo había realizado de esa manera ante las mismas competidoras en un deporte tan peligroso como extremo.

Comenzó en los clavados de altura después de un retiro prolongado al no poder clasificar a Juegos Olímpicos en la plataforma de 10 metros; sin embargo, el resultado en Hungría la llenó de satisfacción y “los sueños se hacen realidad, me siento feliz.

Adriana Jiménez obtuvo la presea tras sumar 308.90 unidades. El último clavado me salió muy bien, nunca lo había hecho así, comentóFoto Ap

Soy una antigua clavadista de 10 metros y normalmente lloraba cada vez que estaba a punto de saltar. Puede parecer increíble, pero ahora estoy saltando desde dos veces más alto. El miedo está siempre presente, pero es necesario mantenerlo para concentrarte en tu salto, explicó Jiménez.

La australiana Rhiannan Iffland obtuvo el oro, con 320.70 puntos, y a sus 25 años se convirtió en campeona mundial más joven de la especialidad. Completó el podio la bielorrusa Yana Nestsiarava (303.95), quien ya fue bronce hace dos años. Las tres fueron las únicas del concurso en finalizar con más de 300 puntos entre las 10 contendientes.

Para este domingo está programada la final masculina con la participación de los mexicanos Jonathan Paredes y Sergio Guzmán, en los 27 metros.

En la penúltima jornada de las competencias de natación, el estadunidense Caeleb Dressel deslumbró con tres oros: primero ganó la final de 50 libre (21.15), luego los 100 mariposa (49.86) y cerró con el relevo mixto 4x100 libre con 3.19.60, que fue récord mundial.

Es el sexto oro en el Duna Arena para Dressel, quien se convierte en el primer nadador de la historia de los Mundiales en lograr el doblete 100 libre y 100 mariposa.

En categoría femenina, las destacadas fueron la estadunidense Katie Ledecky con su quinta dorada al imponerse en los 800 libres y la sueca Sarah Sjöström, que firmó récord de campeonato en 50 mariposa (24.60).