Domingo 30 de julio de 2017, p. a16
Reunir casi toda la obra de un autor en un solo libro pareciera una labor generosa, esto porque da al lector la opción de elegir lo que le parezca más a su gusto. Sin embargo, también puede ser un riesgo porque se requiere cierta agudeza para que no resulte agotador tener que leerlo de principio a fin y sólo, luego de eso, dictaminar lo que parece rescatable y reservarse lo demás.
Así que en este ejemplar encontrará ese caleidoscopio narrativo de Enrique González Rojo, su sentido del humor sin miramientos. A pesar de no conocerlo en persona, uno se lo imagina mediante su agudeza de sensibilidad. Es un niño preguntón y al mismo tiempo un maestro de la conversación, porque este libro es una congregación de diálogos con casi todos los objetos que den ocasión para esto. El autor es el que charla con un lenguaje entre gongoriano y sarcástico, pero que no se detiene a ver si resulta el asombro o la risa de los lectores, él sigue su trayecto y cuando lo notamos, ya ha terminado.
Así es González Rojo, un maestro, un ameno contertulio de irónico lenguaje.
Título: Todos los cuentos, minicuentos y cuentemas de Enrique González Rojo Arthur
Autor: Enrique González Rojo Arthur
Editorial: Vozabisal
Páginas: 358
Buscar hasta encontrarlos
Este libro no es de ficción y eso, de verdad que eso, es lo terrible. ¿Qué carajos le pasa a la humanidad? ¿En qué momento nos hemos convertido en insensibles, en monstruos asesinos? El contubernio, la complicidad, la indiferencia devienen resentimiento a causa de tanta deferencia. No es posible. No debemos acostumbrarnos a estas atrocidades, nunca. Desde hoy y para siempre debemos decir no a la violencia, no a la deshumanización mediante el agravio, no a nuestra complicidad pasiva, porque también la debemos de nuestra parte.
Puede seguir con su vida normal si así lo desea, pero ¿sabe qué, estimado lector? Le recomiendo este libro. Lo digo con toda sinceridad, y es porque aquí sólo hay y hubo personas reales. Tienen nombres y familias, pero evitemos predisposiciones y léalo sin prejuicios. Puede que usted sea de ideología de derecha, centro, izquierda o todas las absurdas clasificaciones que también se autoimponen esos políticos.
Deje usted eso a un lado, porque aquí encontrará cuáles son las insanas formas de actuar frente a la tragedia por los responsables frente al oprobio hacia quienes son ajenos a sus grupos más cercanos. A esos políticos, su cortedad de ideas les hace refugiarse en la cobardía y proceden a deslindarse
de responsabilidades y pronuncian sus peores discursos frente a una sociedad enardecida. Ahí agotan lo mísero de sus conciliaciones.
A estas alturas de ultraviolencia que vivimos en el país, parecería absurdo reclamar por una enseñanza de ética. Sin embargo, es necesaria regresarla como materia obligatoria e indispensable a las aulas. La ética reclama su espacio desde la enseñanza primaria hasta los estudios universitarios y de posgrado. De entre ellas hay una que pareciera que si estiramos la mano en el tiempo sentimos que la tocamos, es aquella de Emmanuel Lévinas.
Este filósofo propone una ética del rostro
, porque cuando tengo frente a mí a alguien, dice, su rostro me da una orden y ésta es un no matarás
. Eso es lo que debemos entender también en este libro. No más violencia, no más desapariciones por parte del Estado, no más asesinatos del Ejército, de los criminales y narcotraficantes.
Esta situación exige replantear el rumbo. En este libro se recuperan autores de artículos importantísimos que no están politizados, que saben de lo que es hablar desde la razón sin estar corrompidos en sus actos, y de ellos es de quienes vale la pena reflexionar.
Uno de estos tantos es Francisco Segovia, quien hace unas verdaderas aclaraciones a Jesús Silva-Herzog referentes al poder
y la autoridad
. Una diferencia enorme de significados, de la cual aquellos personajes sumidos en politiquería no saben distinguir a causa de sus intereses personales.
Pero el asunto aquí recopilado es lo que ha llevado a todas esas discusiones, son los desaparecidos a manos de la violencia y del Estado, que a estas alturas son casi sinónimos, las diferencias se han ensanchado, pero no así las esperanzas de todos quienes participan de la actividad social, de denuncia ante muchas arbitrariedades y atropellos a los derechos humanos. Son estas las conquistas que forman diques, uno tras otro hasta conseguir que la impunidad sea expulsada de nuestro imaginario, de nuestra cotidianidad.
También están aquí incluidos los problemas y diferencias que originaron desencuentros entre sus integrantes, los desacuerdos y desatinos que son más desgastantes que el hecho de caminar cientos de kilómetros para cruzar el país y fronteras en busca de hacer de la ignominia algo más ignominioso.
Aleje, estimado lector, sus diferencias políticas, económicas y todo lo que quiera, y ante esta violencia preguntémonos, como seres humanos, ¿dónde están nuestros semejantes que fueron vejados, desaparecidos, torturados?
Título: El Movimiento por La Paz con Justicia y Dignidad
Editores: Javier Sicilia y Eduardo Vázquez Martín
Editorial: Era
Páginas: 311
El país y sus posibilidades
Pareciera que el país se ha desarrollado a tientas, sin una forma vislumbrada de algún futuro. Lo nuestro quizá sea una improvisación constante, llena de remedos para tratar de salir de arraigados conflictos. Pero estos problemas, sin duda, reclaman un esfuerzo colectivo de reconocimiento y de compensación por las penurias.
En este libro, el autor hace un estudio referente a la situación que el país tiene dentro de sí y hacia distintos sistemas económicos y políticos a escala mundial. En esas coyunturas, es como desarrolla aquí el asunto de la identidad nacional, la diferencia entre lo que él entiende por marcos de contacto
y las zonas de contacto
, que son, a decir de Claudio Lomnitz, colaborador de La Jornada, un tipo de guías o metodologías para erigir estos estudios socioeconómicos relacionados de forma abstracta con una cualidad intrínseca de los estados nacionales, es decir, que estos sectores son comunidades políticas dentro de un sistema mundial de comunidades, pero que forman parte de una economía que no puede ser contenida dentro de las fronteras nacionales.
De manera que esta cualidad de los estados nacionales significa que la modernización económica (y sus agentes) pueden generar espacios de identificación y confrontación nacional
, postula.
Para este autor, por tanto, el asunto de la macropolítica merece ser punto de partida de una discusión colectiva sobre la justicia en el México contemporáneo. Las nuevas generaciones deben tener una discusión cuidadosa de la experiencia colectiva que se entrevé con expresiones nítidas y en detalle singular con la finalidad de propiciar las condiciones necesarias que provean al país de un camino menos pedregoso, con miras hacia una evolución representativa dentro de nuestro continente, primero, y después a escala mundial.
Título: La nación desdibujada
Autor: Claudio Lomnitz
Editorial: Malpaso
Páginas: 310