El fenómeno de la migración hacia Estados Unidos sigue siendo una realidad dolorosamente vigente. Por ello, el Taller de Teatro de la Universidad Autónoma de Sinaloa, reconocido desde 1982 como el Tatuas, ha puesto en escena la obra El cruce, escrita por el dramaturgo Alejandro Román, que luego de su estreno en Culiacán, Sinaloa, una gira por Colombia y distintos estados del país, se presenta con sólo 12 funciones en el Foro de las Artes, del Centro Nacional de las Artes (Cenart).

La violencia, los coyotes, la migra, la niñez desamparada, el abuso sexual, el sicariato, las drogas, la soledad del migrante son siuaciones que se ven reflejadas en las historias que agrupa la obra de Alejandro Román.

Con dirección de Lázaro Fernando Rodríguez, las funciones están dedicadas al periodista asesinado Javier Valdez, corresponsal de La Jornada en Culiacán y fundador del semanario Riodoce.

La cuestión de la migración hacia Estados Unidos siempre ha sido tema de mayor importancia para la vida social y política de México, comentó Lázaro Fernando, sin embargo, con la llegada de Donald Trump a la presidencia de ese país, se ha recrudecido la situación respecto de las brutales medidas legales que se pretenden implementar contra los migrantes.

El cruce es la obra ganadora del Premio Nacional de Teatro Óscar Liera 2010. Se trata de un texto en el que Román hace malabarismos con el lenguaje, renuncia a las acotaciones, apuesta por la hibridación entre teatro y poesía, condensa o dilata la acción, muestra múltiples visiones de un acontecimiento, investiga densidades del tiempo y el espacio, y escudriña en la sangre, el dolor, lo putrefacto y la muerte, apuntó la investigadora Rocío Galicia.

De acuerdo con el director del montaje, la obra se estructura a manera de monólogos. Son cinco historias en las que cada personaje cuenta lo que vivió durante el cruce de la frontera. Cinco personajes suspendidos en el tiempo y el espacio, quienes revelan su pasado, sus anhelos y afectos.

Hay una madre que intenta regresar a Estados Unidos para rencontrarse con sus hijos, un hombre que está en busca de un mejor trabajo para ayudar a sus papás, un niño que va tras sus padres y que queda perdido durante una de las persecuciones en el desierto y se encuentra en el camino con la mujer que regresa para ver a sus hijos, un joven que intenta cruzar para encontrar a su gran amor de la infancia y la historia de un integrante de la peligrosa Clica 18, que es contratado por los Zetas para trabajar como sicario.

A pesar de exponer una cuestión tan compleja y trágica, la obra es muy poética, destaca Lázaro Fernando. A diferencia de otros textos teatrales, la obra llama la atención sobre los peligros a que se exponen niños y mujeres, casos de los que hoy muy poco nos enteramos, dice Lázaro. “Hay cientos de niños que no van en busca del sueño americano, sino de sus padres. Es terrible verlos en la frontera sin saber qué hacer”.

Es una obra muy vigente, explica. Hace unos días se conoció por las noticias de la muerte de un grupo de indocumentados en Texas, quienes eran transportados en un tráiler y murieron de asfixia. Precisamente una de las historias que se cuenta en la obra es similar a esa tragedia, no obstante, fue escrita con anterioridad.

Con las actuaciones de Sebastián Sahagún, Miriam Valdéz, David Zatarain, Armando Silva y Genaro Sahagún, El cruce, con el auspicio de la Universidad Autónoma de Sinaloa, se presenta jueves y viernes a las 20 horas, sábados a las 19 y domingos a las 18 horas, en el Foro de las Artes del Cenart (Río Churubusco y Tlalpan). El viernes 11 de agosto el actor Jesús Ochoa develará la placa por sus 100 representaciones. La temporada concluye el 13 de agosto.