Washington persigue a su principal accionista por supuestamente lavar dinero
La decisión burocrática de EU es un golpe a la libertad de expresión: Eduardo Quirós
Martes 25 de julio de 2017, p. 21
El Grupo Editorial El Siglo y La Estrella (GESE) de Panamá inició la aplicación de una serie de drásticas medidas económicas, que incluyen la reducción de hasta 35 por ciento de su plantilla laboral y la eliminación de las ediciones sabatinas y dominicales de su diario La Estrella de Panamá, para hacer frente la crisis económica provocada por la aparición de su principal accionista, Abdul Mohamed Waked Fares, en la llamada Lista Clinton, del gobierno estadunidense, que lo vincula a actividades de lavado de dinero.
Esta decisión burocrática por parte del gobierno de Estados Unidos ocasiona un daño colateral muy grave al grupo editorial, porque los diarios no están sujetos a investigación en éste y en ningún caso, algo que afecta gravemente la libertad de expresión y prensa, tanto en el país como a escala internacional
, señaló Eduardo Quirós, presidente del GESE, en entrevista telefónica con La Jornada.
Explicó que en el diario, fundado en 1849, se han tomado medidas drásticas. Sin precisar las cifras actuales, señaló que también redujo su tiraje, que oscilaba en los 80 mil ejemplares todos los días a escala nacional, lo que igualmente afecta a El Siglo, el otro periódico del conglomerado. Además, a ambos diarios se les ha reducido el número de páginas.
Quirós expuso que las principales afectaciones para el conglomerado son el congelamiento de las relaciones económicas con cualquier empresa estadunidense, bloqueo de transferencias bancarias para las compras de sus publicaciones o pagos para servicios internacionales; adicionalmente, la cancelación de pólizas de los seguros para gastos médicos local y de vida de sus colaboradores o cancelaciones publicitarias inesperadas.
Tras estos daños, el GESE despidió a entre 246 a 305 empleados de su planilla, desde mayo de 2016, cuando comenzó la embestida del gobierno de Estados Unidos, hasta julio de este año, lo que equivale a entre 25 a 35 por ciento de su planta laboral, que va desde personal administrativo hasta colaboradores.
Actualmente busca distribuidores de materia prima, el ingreso de nuevos accionistas y la presentación de nuevos materiales para su contenido web, con la finalidad de resarcir los perjuicios.
Si no tuviéramos estas precauciones el proyecto periodístico y empresarial no sería viable. Esperamos que la administración del presidente de Estados Unidos (Donald Trump) brinde una pronta solución a este conflicto
, señaló al defender las medidas del ajuste.
Aseguró que el influyente diario ha sido apoyado por todo el gremio periodístico nacional y por la Declaración por Panamá, suscrita por varios ex presidentes, entre ellos Martín Torrijos, Nicolás Ardito Barletta y Jorge Eduardo Ritter, así como ex vicepresidentes, ex cancilleres y ex embajadores ante la Casa Blanca.
Si La Estrella de Panamá desapareciera no es sólo un medio de comunicación, sino un patrimonio histórico del país, pues ha cubierto todos los acontecimientos importantes de Panamá en los pasados 168 años. Sería una grave afectación a un valor cultural fundamental y un retroceso a los valores fundamentales de las personas
, destacó.
El 5 de mayo del año pasado la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés), del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, incluyó a Abdul Waked en la Lista Clinton, por dirigir Waked Money Laundering Organization, un consorcio que supuestamente utiliza esquemas de lavado de dinero basados en la facturación comercial falsa, contrabando en efectivo a granel y otros métodos de blanqueo para encubrir las ganancias procedentes del narcotráfico y sus empresas.
A la lista también fueron incluidos su nieto, Nidal Ahmed Waked Hatum, y 68 de sus empresas.
Nidal Ahmed Waked Hatum ya fue detenido a inicios de mayo en Colombia y la fiscalía de Estados Unidos pide se le aplique una pena de 50 años de prisión.
Esta lista fue promulgada en 1995 por el entonces presidente Bill Clinton, y quienes son incluidos en esta nómina enfrentan restricciones económicas y comerciales por presuntamente estar ligadas al lavado de dinero vinculadas con el narcotráfico.
Quirós enfatiza que no existen pruebas suficientes para creer
en esas acusaciones.
En consecuencia, la OFAC no renovó una licencia a este grupo editorial que venció el 13 de julio para mantener negocios con empresas estadunidenses.
El GESE, al igual que todo sistema económico panameño, tiene una economía dolarizada y bancarizada, por lo que la mayoría de sus acciones guardan relación con entidades financieras radicadas en Estados Unidos.
Este consocio es uno de los tres grupos editoriales existentes en Panamá, y de desaparecer, se limitaría el acceso a la información a un sector importante de la población.
El embajador de Estados Unidos en Panamá, John D. Feeley, manifestó en enero que ambos periódicos podrían salvarse si Waked dejara de ser su socio mayoritario, exigencia rechazada contundentemente por los accionistas de GESE.