Israelí, con heridas graves en el enfrentamiento dentro del edificio
Lunes 24 de julio de 2017, p. 26
Jerusalén.
Dos jordanos murieron y un israelí resultó gravemente herido ayer en un tiroteo en la embajada de Israel en Ammán, en un contexto de tensión creciente en la región. Israel vive bajó presión después de que ocho personas murieran durante el fin de semana en los enfrentamientos ocasionados por las nuevas medidas de seguridad impuestas en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén.
En la capital jordana, cuyo gobierno es oficialmente el custodio de la Explanada en Jerusalén, dos hombres jordanos murieron y un israelí fue herido de forma grave en un incidente dentro de la embajada (israelí)
en el barrio residencial de Rabiyé, en Ammán, informó una fuente de seguridad. Fuerzas de seguridad jordanas fueron desplegadas alrededor de la embajada.
Israel y Jordania firmaron un acuerdo de paz en 1994 y mantienen relaciones diplomáticas. Las recientes medidas de seguridad aplicadas por Israel en la Ciudad Santa han reavivado, sin embargo, las tensiones entre ambos países.
Ante la nueva oleada de violencia en Jerusalén y en los territorios ocupados, responsables israelíes afirmaron estar abiertos a modificar las medidas de seguridad decretadas en los accesos al tercer lugar santo del Islam.
Cinco palestinos murieron en los enfrentamientos en Jerusalén Este, parte palestina de la ciudad anexada por Israel, y en Cisjordania, y tres israelíes murieron acuchillados el viernes en su domicilio en una colonia israelí, cerca de Ramala.
La violencia comenzó tras la instalación hace una semana de los detectores de metales en las entradas de la Explanada de las Mezquitas, después de un ataque contra policías israelíes el 14 de julio.
Según Israel, los atacantes habían escondido en la explanada las armas con las que mataron a dos policías.
Los palestinos rechazaron de inmediato los arcos de seguridad porque interpretan la medida como un movimiento de Israel para modificar el statu quo en vigor desde hace décadas e incrementar su control en el lugar.
Las entradas a la explanada están controladas por Israel, que lo llama Monte del Templo, el lugar más santo del judaísmo, pero están administradas por Jordania. Los musulmanes pueden entrar a cualquier hora y los judíos sólo en determinados momentos y sin poder rezar.
Las autoridades israelíes aseguran que no tienen la intención de modificar estas normas.
Desde la instalación de los arcos de seguridad, los palestinos rechazaron rezar en el complejo y han orado en las calles aledañas. La violencia entre manifestantes y fuerzas israelíes es diaria.