SCT antepone intereses a seguridad: Upac
Lunes 24 de julio de 2017, p. 21
Los usuarios de autopistas y carreteras del país no sólo enfrentan riesgos por el estado en que se encuentran esas vías, sino porque la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) no ha logrado resolver asuntos como el sobrepeso de unidades de doble remolque a las que se permite circular con el pretexto de que hay que mejorar la conectividad.
Además, algo poco observado por la autoridad es el diseño de los autobuses de pasajeros que en caso de siniestro, si las puertas se atoran, sólo pueden ser desalojados si las unidades de rescate llevan escaleras para sacar a las personas por las ventanas, señaló Raúl Díaz Organitos, secretario de la Unión de Propietarios de Autobuses de Turismo, Pasaje y Carga (Upac).
Señaló que las leyes y reglamentos de transporte en México son obsoletos y criticó que la corrupción en la SCT privilegie intereses sobre la seguridad vial
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El empresario refirió que todos esos señalamientos se han hecho en forma directa a la SCT y a la Comisión Federal de Mejora Regulatoria, para que sean considerados en la revisión de la norma oficial mexicana (NOM)-012-SCT-2-2017 relativa a pesos y dimensiones del autotransporte de carga, así como para el análisis de reglamentos vigentes que en realidad no se aplican.
Díaz Organitos aseguró que al margen de la NOM, lo cierto es que el autotransporte en México opera con una serie de omisiones atribuibles a la autoridad y a los transportistas. Una es que 33 por ciento de conductores del servicio público federal trabaja sin licencia, según documentos obtenidos por solicitudes de transparencia.
Destacó que la política pública no ha funcionado a pesar de las revisiones a reglamentos de transportes y a la NOM-12, pues en dichos procesos las autoridades y expertos involucrados no han abordado el déficit de conductores que hay en el país y las necesidades de capacitación para reducir el índice de siniestros.
El empresario resaltó que entre muchas otras irregularidades están la supervisión y la vigilancia de la Policía Federal en autopistas y carreteras, debido a que la velocidad máxima permitida para tractocamiones es de 80 kilómetros por hora, que es rebasada de forma constante porque a decir de los propios transortistas, esa velocidad los agota, estresa y provoca somnolencia.
Indicó que la mayoría de los accidentes atribuibles al factor humano tiene como principales elementos el exceso de velocidad, no guardar la distancia, invadir el carril contrario, conducir en forma agresiva, falta de pericia, manejar cansados, o por haber ingerido sicotrópicos para soportar las largas jornadas.
Raúl Díaz enfatizó que en el país no será posible corregir todas las irregularidades porque no existen controles de supervisión para vehículos pesados y mucho menos una norma de construcción.