Los Tiburones, involucrados en problemas de descenso, empiezan mal el torneo
Para los Rayos bastaron dos anotaciones en el primer tiempo y soportar los embates
Lunes 24 de julio de 2017, p. 3
Veracruz, Ver.
Necaxa empezó el torneo Apertura 2017 con fortuna al derrotar de visita 2-0 al Veracruz, en un duelo que tuvo una primera parte dinámica y emotiva, con un segundo capítulo reservado para los de Aguascalientes e insistente para los del puerto.
Los Tiburones salieron con el coraje que necesitan para luchar por no descender, en cuya tabla son penúltimos, sólo arriba del debutante Lobos BUAP. Jugaron con decisión y de manera frontal, pero el Necaxa no fue pasivo y pese a tener que retrasar sus líneas, buscó toda oportunidad de salida.
La primera amenaza fue para los escualos. Cristian Pellerano apuntó al arco desde lejos y el balón se fue apenas desviado. No era fácil buscar la portería resguardada por un arquero como Marcelo Barovero. Y casi enseguida, otra vez los del puerto estaban tratando de encontrar el defecto o fragilidad al cancerbero, ahora con un disparo de Adrián de Luna que tapó Barovero y que, para buena fortuna del guardameta, el contrarremate lo sacó un defensa casi en la línea de cal.
Necaxa, dirigido por Ignacio Ambriz, no se dejó intimidar. En una respuesta repentina, con un trazo largo desde media cancha, Jesús Isijara oteó el cielo y adivinó el pase, quiso interrumpirlo el defensa del Veracruz Igor Lichnovsky, pero en su salto tardío lo que consiguió fue recentrar para el jugador necaxista que logró anotar el 1-0.
El Veracruz insistió por recobrar la compostura y apropiarse otra vez de la pelota, pero de nuevo un descuido en media cancha salió caro. Carlos González robó el balón y emprendió la huida, desde lejos afinó el tiro y con la derecha logró el segundo tanto de los Rayos.
A pesar de la desventaja, los locales no dieron por perdido el juego y salieron a buscar acortar, pero Barovero estaba inspirado. Un cobro y Mario de Luna se aprestaba a rematar, pero un segundo antes Barovero olisqueó el peligro como para adelantarse e impedirle el gol. Y casi de forma consecutiva, el arquero de Rayos volvió a tapar un tiro peligroso, ahora enviado por Adrián de Luna.
Los Tiburones insistieron, como si el marcador no importara; sabían que la derrota es un pésimo resultado en su competencia contra los grupos sotaneros en la tabla de cocientes. Daniel Villalva representó esa ansiedad y urgencia, casi a trompicones, cayendo, se metió al área a buscar el gol, pero la defensa lo cerró a tiempo.
Necaxa perdió fuelle, dejó de atacar con la misma solidez que cuando tuvo la pelota en la primera parte, pero ahora estaba bien parado y listo para la defensa. Aunque jugadores como Isijara no daban por perdida ninguna pelota que pueda crecer, y al 76 tuvo la que pudo ser el tercer gol del Necaxa. Llegó al área, quedó solo ante el portero, pero al definir le faltó puntería.
Poco antes, Cristian Pellerano dejó en inferioridad numérica a los Tiburones, al ser expulsado por una falta sobre Luis Pérez.
Los locales, dirigidos por Juan Antonio Luna, siguieron tocando a la puerta, con esa fe en el lugar común del que persevera alcanza. Pero el tanto no se formalizó.