A 15 días de haber entrado en vigor lo norma 024, que establece la separación de la basura en orgánicos, inorgánicos reciclables y no reciclables, así como de manejo especial y voluminoso, el Gobierno de la Ciudad de México dejó de enviar 17 mil 471.54 toneladas de desechos a rellenos sanitarios, lo que generó un ahorro de 8 millones 34 mil 146.28 pesos.

Los domingos 9 y 16 de julio los vecinos entregaron 45.80 toneladas de objetos voluminosos, como colchones, llantas, muebles, hornos, electrodomésticos, sillas, bancos y televisores.

Nos hemos sorprendido porque estas cifras reflejan que ha sido muy bien recibida la nueva norma por los ciudadanos y conforme avanzan los días van separando más la basura que se genera en sus casas, señaló Jaime Slomianski Aguilar, titular de la Agencia de Gestión Urbana (AGU).

En entrevista desglosó que en la primera semana de julio se recibieron 9 mil 658.53 toneladas de residuos orgánicos; en la segunda, 12 mil 676.94, y en la tercera, 13 mil 173.85 toneladas.

Slomianski Aguilar equiparó estas cifras con las del mismo periodo de 2016, cuando se recolectaron 8 mil 954.48, 8 mil 941.20 y 8 mil 706.84 toneladas, respectivamente. El promedio de decremento o incremento semanal fue de 7.86, 41.78 y 51.30 por ciento, en el mismo orden. Esto habla ya de una separación importante, acotó.

El titular de la AGU añadió que en estas dos semanas se enviaron 8 mil 202.75 toneladas de residuos orgánicos a la planta de composta y se dejaron de enterrar 17 mil 471.54 toneladas de basura.

Esto último, dijo Slomianski Aguilar, permitió tener un ahorro de 8 millones 34 mil 146.28 pesos, ya que se dejaron de pagar 3 millones 931 mil 096.50 pesos por acarreo; 199 mil 208.89 de peaje y 3 millones 903 mil 840.90 pesos por ingreso al relleno sanitario.

Agregó que en el caso de la recolección de los muebles voluminosos los vecinos ya no tuvieron que pagar para que se los llevara el de la basura, y se evitó que la gente sacara sus triques a la calle y terminaran en el drenaje o en un barranco.

Explicó que es en los desechos orgánicos donde se mide mejor cuánto se está separando, porque en el caso de los inorgánicos los trabajadores de limpia se quedan con lo que reciclan.

Slomianski aclaró que la etapa de recolección de la basura es competencia de las delegaciones, que son las que arman las rutas y se coordinan con los trabajadores de la sección 1 de limpia. Mientras el gobierno central se hace cargo de ésta en el momento que llega a las estaciones de transferencia.

Reconoció que hacen falta más camiones que tengan dos cámaras, y por ello se solicitó a la Asamblea Legislativa una ampliación del presupuesto para la adquisición de nuevas unidades. Necesitamos cuando menos 2 mil 500; hemos comprado 350 pero necesitamos por lo menos otras mil, estimó.