Profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) marcharon ayer en la Ciudad de México para exigir al gobierno federal, de nueva cuenta, la abrogación de la reforma educativa y la reinstalación de la mesa nacional de diálogo.

Asimismo, los docentes inconformes demandan a la Secretaría de Educación Pública (SEP) que reinstale en sus cargos a los poco más de 600 maestros cesados por participar en los movimientos de oposición a la reforma.

En entrevista previa al arranque de la movilización, que partió del Antimonumento a los 43 normalistas desaparecidos hacia la sede de la SEP, Enrique Enríquez Ibarra, secretario general de la sección 9 de la Ciudad de México, destacó que la protesta se realizó también en otros estados, como parte de la jornada de lucha del magisterio disidente.

Cerca de 200 maestros participaron en la protesta, a la que se sumaron integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas y de diversas organiza-ciones sociales.

Educadores de la región centro del país señalaron que las autoridades educativas ya están enviando por correo electrónico las notificaciones a quienes deben presentarse a la evaluación de desempeño en noviembre próximo.

Sin embargo, aseguraron, no vamos a acudir porque desde 2015 hemos exigido la abrogación de una reforma que no tiene nada de educativa, y que en el día a día de las escuelas sólo ha representado mayor deterioro de las condiciones de trabajo y aprendizaje de los alumnos.