El magistrado de la Audiencia Nacional de España considera que hay riesgo de fuga
Se les imputan varios delitos relacionados con corrupción y extorsión en la federación de futbol
Viernes 21 de julio de 2017, p. a15
Madrid.
El juez de la Audiencia Nacional de España Santiago Pedraz, después de tomarles declaración, dictó un auto judicial en el que decretó la prisión incondicional sin derecho a fianza para el todavía presidente de la Real Federación Española de Futbol (RFEF), Ángel María Villar; su hijo Gorka, así como para el vicepresidente económico, Juan Padrón. El juez considera que hay riesgo de fuga
y advierte de la gravedad de los delitos que se les imputan: corrupción entre particulares, administración desleal, falsedad documental y malversación de fondos públicos. Villar durmió anoche en prisión.
El máximo dirigente del futbol español en las recientes tres décadas y vicepresidente de la FIFA está salpicado de varios y graves casos de corrupción. La sombra de la duda sobre sus gestiones de los fondos públicos y su manera de llevar las riendas del futbol han despertado un sinfín de dudas en años recientes; sin embargo hasta ahora, después de numerosas denuncias, la justicia ha encontrado las pruebas necesarias para procesar y enviar a la cárcel al que muchos señalaban como el hombre más corrupto
del futbol español.
Villar fue detenido el pasado martes y desde entonces ha dormido en una celda. Durante estos días, los agentes de la Guardia Civil y la Fiscalía Anticorrupción han registrado las oficinas de Villar y de sus colaboradores en busca de más documentos que confirmen los extremos que apunta la investigación, como son el cobro de comisiones ilegales para celebrar partidos amistosos de la selección española, el cobro de mordidas a los árbitros y equipos de futbol a cambio de prebendas y un desfalco al erario, al inflar con sobrecostos inexistentes el presupuesto de la RFEF, que oscilaría entre 50 y 80 millones de euros.
A partir de ahora empieza la fase de instrucción de la investigación y el procesamiento, en el que el primer paso ya lo dio la fiscalía, que reclamó prisión sin fianza –tal y como decretó el juez Pedraz– y que se abran las diligencias necesarias para sentar en el banquillo de los acusados al que hasta hace unos días era el hombre más poderoso del futbol español.