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Christopher Nolan habla de Dunkirk, la cinta en IMAX que estrenará el viernes en EU

El cine da una tensión fascinante, una experiencia compartida con el público

En una era que subraya en extremo la individualidad, la película muestra que somos más fuertes si trabajamos juntos, y por alguna razón eso ha pasado de moda, expresa el realizador

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Christopher Nolan durante su participación en CinemaCon 2017, en Las Vegas, el 29 de marzoFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Martes 18 de julio de 2017, p. 9

Nueva York.

Christopher Nolan retrata una historia de guerra en formato IMAX con Dunkirk (Dunkerque): la batalla en la Segunda Guerra Mundial en la que soldados aliados de Bélgica, Gran Bretaña, Canadá y Francia lograron ser evacuados de Dunquerke, Francia, tras ser rodeados por soldados alemanes.

Con sus escasos diálogos, es una experiencia casi totalmente cinematográfica. El realizador la califica de cinta de incansable suspenso.

Después de haber revertido el tiempo en Amnesia (Memento) y alterado su progresión en Interestelar (Interstellar), el realizador buscó hacer algo diferente en Dunkirk. La cinta entrelaza tres historias (en tierra, mar y cielo) desde tres cronologías diferentes: una semana, un día y una hora. Se estrenará el viernes en Estados Unidos. A continuación extractos de una entrevista con el director.

Un asunto agobiante

–Usted es un defensor de la experiencia de la gran pantalla y por eso suelen preguntarle acerca de sus temores sobre la desaparición de las salas de cine. ¿No le cansa?

–Sí, diría que es agobiante. Ahora es el streaming, antes era la televisión, hace 10 años eran los videojuegos. Estos últimos son geniales, la gente los ama, pero también necesita y ama las lavadoras y se venden muchas de ellas. Simplemente no es relevante; siempre hemos tenido películas hechas para televisión y miniseries; siempre hemos tenido cintas que se estrenan directo en televisión.

“Nosotros hacemos películas para el cine y la experiencia cinematográfica no sólo se trata del tamaño de la pantalla o la tecnología detrás de ella, aunque eso es una gran parte. Se trata del público, de la experiencia compartida.

Lo que te da el cine es diferente a cualquier otro medio: es una tensión fascinante y maravillosa y un diálogo entre esta experiencia intensamente subjetiva que tienes a partir de las imágenes que el cineasta ha puesto ahí y el hecho extraordinariamente empático de compartirlo con la gente que te rodea. Es un medio excepcional por eso y eso es lo que lo define. ¿Qué es una película? La única definición de una película, realmente, es que se presenta en un cine.

–¿Siempre se concibió como un cineasta inclinado hacia las épicas y las grandes dimensiones?

–El formato IMAX se inventó un año antes de que yo naciera. Cuando yo tenía unos 15 o 16 años vi una película en ese formato, de hecho fue una cinta Omnimax, y quedé maravillado. Pensé, ¿por qué Hollywood no hace películas así? Desde entonces fue una ambición mía y luego en El caballero de la noche pude finalmente ser el primer cineasta en usar cámaras IMAX para un largometraje de Hollywood y he seguido construyendo a partir de eso.

–¿Le parece que la historia de Dunkirk sobre vivir un día más para luchar es especialmente relevante hoy?

Dunkirk es y siempre será una historia extraordinariamente resonante para la humanidad, porque es más o menos una especie de prueba de Rorschach. Lo importante para mí, lo que saco de ella que me hace pensar que es muy relevante de contar ahora, es que creo que vivimos en una era que subraya en extremo la individualidad, a costa de lo que podemos lograr juntos, ya sea que hablemos de la industria estadunidense, de considerar como un fetiche a un individuo multimillonario en vez de un sindicato, sólo por dar un ejemplo.

“Lo que Dunkirk muestra es que podemos hacer mucho más con heroísmo comunal. Esto es lo que la hace una historia de guerra inusual, de civiles uniendo esfuerzos con el ejército. Pero creo que por eso resuena. Somos más fuertes si trabajamos juntos, y por alguna razón eso ha pasado de moda.”

–¿No le sorprende que haya hecho tres películas consecutivas sobre el regreso a casa?

–El concepto de hogar, no hay nada más universal que eso. No hay nada que trascienda las fronteras internacionales o los prejuicios individuales más que eso. Como cineasta me he interesado en ideas primarias, que son muy sencillas y que pueden resonar e inspirar a la gente de maneras muy sencillas, pero que tienen raíces complejas.

–Ha jugado con el tiempo en películas como Interstelar y Amnesia. Es una parte elemental del medio, ¿no?

–Lo es y es un elemento no comprendido del medio. La gramática convencional del cine tiene una perspectiva increíblemente sofisticada para modular la sensación del tiempo en el público.

“En las películas que he hecho he tratado de agarrarme de lo que en la mayoría de las cintas es una sutileza. Está ahí, pero el público no es particularmente consciente de ello. He tratado de tomarlo y usarlo como la herramienta que es, porque creo que es una herramienta única del cine: la idea de que podemos ir a una misma sala de cine, ver la misma pantalla por el mismo periodo y que podamos ver algo que representa horas o milenios y que nos sintamos a gusto con eso.

El cine tiene esa capacidad increíble de cambiar y manipular lo que la gente siente en relación con el tiempo mientras está viendo una película.