Themar, Alemania.

Menos de 3 mil habitantes tiene Themar, pequeña ciudad del estado de Turingia que luchó por todos los medios para impedir que ayer se celebrara el que probablemente sería el mayor festival de rock ultraderechista de este año en Alemania.

Más de nueve manifestaciones habían sido anunciadas de forma paralela al concierto Rock contra la extranjerización y las autoridades municipales organizaron una fiesta popular para dejar clara su postura hacia los extremistas. También hubo un torneo de futbol y un rezo por la paz.

¡No dejaremos la ciudad a merced de los extremistas de derecha!, había anticipado una alianza en favor de la democracia y la apertura al mundo.

Barbara Morgenroth, de 68 años, dice que ese festival encendió las alarmas en el pueblo, que colgó banderas e instaló carteles para incomodar a los neonazis.

Themar también recibió respaldo del exterior, según el diario regional Ostthüringer Zeitung. De Australia, Suiza e Israel llegaron mensajes de solidaridad para la localidad, que ha rescatado del olvido a sus habitantes judíos asesinados en campos de concentración y a los que debieron huir durante el nazismo.

Ex entidad comunista

El municipio también intentó frenar, por medios legales la concentración de ultraderechistas en la que estaba prevista la actuación de una docena de bandas de rock neonazis, entre ellas las más conocidas de Alemania. Sin embargo, la semana pasada las autoridades sufrieron una segunda derrota ante los tribunales, cuando fallaron que el concierto podía tener lugar, al ser considerado manifestación política.

Turingia, uno de los estados de la extinta Alemania comunista, alberga cada año la mayor cantidad de conciertos de música ultraderechista.

Según el ministerio del Interior de Turingia, en el municipio tuvo lugar una quinta parte de los 68 conciertos de rock de ultraderecha de 2016. Mientras el número de conciertos nazis se estanca o se reduce en todos lados de Alemania, en Turingia va en aumento, dice el experto en rock ultraderechista Jan Raabe, autor de varios libros sobre el tema.

Raabe explica que este fenómeno tiene causas estructurales. En Turingia, los ultraderechistas están muy organizados y tienen mucha experiencia en organizar festivales.

Para Janine Patz, colaboradora científica del centro de investigación de extremismo, formación democrática e integración social de la Universidad de Jena, las autoridades han sido laxas y han permitido que estas estructuras se formasen durante años.

En años pasados ha habido poca protesta y resistencia contra estos conciertos, que se volvieron casi diarios, dijo Katharina König-Preuss, del Partido La Izquierda.

No obstante, a pesar de la lucha de los vecinos para evitarlo, cerca de 3 mil 500 neonazis de toda Alemania se dieron cita en el festival de rock ultraderechista de Themar, informó la policía.

Durante toda la mañana, según datos oficiales, se registró una llegada constante de extremistas de derecha, por lo que dos horas antes de que se iniciaran los conciertos se habían reunido más participantes que en la edición del año pasado.

Vestidos con camisetas en las que se podía leer Toma de Themar o Libre como un pájaro, los neonazis fueron registrados a la entrada de un festival, cuyo recinto estaba delimitado por rejas de gran altura. Adentro, una carpa gigante esperaba acoger a unas 5 mil personas.

Habitantes de la localidad participaron en varias manifestaciones convocadas de forma paralela al concierto.

Cerca de mil policías fueron desplegados para evitar que manifestantes y neonazis entraran en conflicto.