Madrid.

Las vacaciones de Cristiano Ronaldo se vieron interrumpidas por un grupo de agentes de seguridad, quienes abordaron el yate aYa London en el que el luso viajaba en compañía de sus familiares y allegados, entre ellos su madre, novia e hijos.

Aduaneros españoles abordaron el martes el yate alquilado por la estrella portuguesa en aguas de la isla balear de Formentera, en el contexto de una serie de controles rutinarios de embarcaciones, informaron este miércoles fuentes de la Agencia Tributaria española.

Es un control rutinario de embarcaciones. Se hace todos los veranos en Baleares. No afecta a los usuarios de las embarcaciones, confirmaron las fuentes.

Estas inspecciones se efectúan en relación con el impuesto de matriculaciones de las empresas dedicadas al alquiler de embarcaciones, agregaron.

Según el testimonio recogido por la revista Hola, una patrulla marina abordó la embarcación de CR7 para realizar una inspección de rutina; al lugar acudieron tres agentes armados y acompañados por un barco al que describe como enorme, también parte de la misma agencia gubernamental, aunque en ningún momento se ve al jugador junto a los aduaneros.

Ronaldo se mantuvo al margen de la investigación, cediendo a uno de sus familiares el mando de las gestiones, incluida la revisión de los documentos respectivos que avalaran el navío. Junto a él, también fueron retratadas su pareja sentimental y otros seres queridos.

Ronaldo mantuvo la calma y en ningún momento se levantó para hablar con los agentes e interesarse por lo que estaba ocurriendo. Él estuvo con su novia, Georgina, y su madre, Dolores Aveiro, con quién se le vio charlando en el interior del yate, afirmó la revista Hola.

Cristiano Ronaldo sigue de vacaciones en Formentera antes de volver a Madrid, donde el 31 de julio deberá comparecer ante un juzgado de Pozuelo de Alarcón que lo investiga por un presunto fraude fiscal de 14.7 millones de euros relacionado con sus derechos de imagen.