Más que un homenaje fue una fiesta entrañable en la que Enrique Florescano Mayet (San Juan Coscomatepec, Veracruz, 1937), rodeado de familiares y colegas, fue ovacionado ayer en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes con motivo del cumpleaños 80 del historiador y académico.

El ex director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) hizo un recuento de su vida profesional, que comenzó en 1958, cuando decidió estudiar de manera simultánea derecho –dos años antes había ingresado a esa carrera– e Historia, con mayúscula, en la Universidad Veracruzana, en Xalapa.

Estudios posteriores y trabajos lo llevaron a El Colegio de México (Colmex) –en su primera clase Silvio Zavala sentenció que no podía haber buenos historiadores sin pasar por la inmersión lustral en los archivos–, la Universidad de París, la Universidad Autónoma Metropolitana, el INAH y finalmente, en 1988, al Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), hoy Secretaría de Cultura federal.

Aunque tuvo otras opciones, su buena estrella lo hizo aceptar la coordinación de Proyectos Históricos que la dependencia federal le ofreció. Actualmente es director general adjunto de Proyectos Históricos en la Dirección General de Publicaciones de la Secretaría de Cultura.

No me equivoqué. El Conaculta me brindó un gran paraguas, un protector, para hacer proyectos editoriales, el privilegio de continuar estudiando a México y la oportunidad de trabajar en la tarea de difundir el patrimonio cultural, explicó.

En todas las etapas de mi formación estuve arropado por equipos inteligentes y con acendrada vocación de servicio público. Para rematar esta jornada melancólica Florescano añadió: Soy el fruto de un equipo generacional que me construyó en etapas sucesivas. La matriz de esa ruta fueron mis padres, profesores rurales.

Candidato al mérito editorial

En la mesa moderada por Marina Núñez, directora general de publicaciones de la Secretaría de Cultura federal, se abordaron los diferentes perfiles de Florescano.

Mientras, el historiador de arte especializado en escritura maya Erick Velázquez, se refirió a su lado académico e hizo un recuento de sus publicaciones, Erika Pani, historiadora del Colmex, habló de su trabajo en esta área, y el escritor Geney Beltrán hizo lo mismo con su faceta editorial.

Beltrán propuso a Florescano como candidato para recibir el premio al mérito editorial que otorga la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, idea retomada por Marina Núñez.

Aída Castilleja, secretaria técnica del INAH, en representación de Diego Prieto, titular del instituto, se refirió al paso del homenajeado por esa institución donde formó muchos historiadores y colegas, así como por su dirección general, ya que dejó una relevante impronta en la consolidación de instituciones que fue la reforma de su ley orgánica que, sin duda, le ha dado sustento al instituto durante estos años.

El otro elemento que “tiene que ver mucho con la gran capacidad de convocatoria de Enrique tanto por la fortaleza académica y su papel de formador, fue El patrimonio cultural de México, libro que para el INAH y quienes trabajamos ese tema, resultó seminal. Es un aporte que encarreró muchas nuevas ideas que se fueron conciliando. Abre caminos que sin duda será importante consolidar en el México actual”.