De las ventas que realizan los comerciantes mayoristas de abarrotes, 38.5 por ciento son a crédito, de acuerdo con un estudio de la consultoría Información Sistematizada de Canales y Mercados (ISCAM). El sector abastece lo mismo a negocios de medio mayoreo y minisupermercados o establecimientos de conveniencia que a las tradicionales tiendas minoristas o detallistas, que a la fecha suman 623 mil en el país, donde 45 por ciento de la población tiene capacidad limitada de compra.

El pago de contado por la compra de mercancía predomina en las ventas de los abarroteros, pero incluso subió su participación de 52.4 por ciento a 56.3 por ciento entre 2009 y 2016, quitando puntos de participación al crédito directo o mediante tarjeta.

El financiamiento que otorgan los comerciantes mayoristas proviene de sus bolsillos, aunque en el último bienio también ha aumentado entre sus clientes el uso de la tarjeta de crédito bancaria para pagar sus pedidos. No obstante, este medio representó apenas 5.2 por ciento del total de sus ventas realizadas el año pasado, lo que implica un crecimiento de casi cuatro veces respecto del 1.3 por ciento registrado en 2008, cuando estalló la crisis financiera mundial.

El estudio de ISCAM se aplicó entre los empresarios de la Asociación Nacional de Abarroteros Mayoristas (ANAM) y revela la reducción del número de vendedores y comisionistas en el conjunto de ventas del sector frente a un incremento del telemercadeo.

La participación de los vendedores o comisionistas en las ventas de los mayoristas bajó de 40.8 a 37.3 por ciento, en cambio las realizadas por telemarketing subieron de 5.7 a 8.6 por ciento.

Aun así, de cada 100 empresarios mayoristas, 75 por ciento todavía cuenta con vendedores de ruta o comisionistas, un porcentaje que incluso supera al registrado en 2009, cuando eran 73 de cada centenar.

ISCAM hace notar que todavía son muy pocos los empresarios de este sector que utilizan tarjetas de descuento o membresía entre sus clientes o que manejan marcas propias exclusivas, pese a que porcentualmente sí se reporta un incremento en el periodo analizado. Así, 28.1 por ciento de los comerciantes usan tarjetas de descuento contra 7.6 por ciento que se reportó en 2009. En marcas propias la cifra subió de 34.2 a 57.9 por ciento.

En cambio, son mayoría (en una proporción de 73.7 contra 26.3 por ciento) el número de abarroteros que realizan inversiones de su marca comercial.

La ANAM destacó hace unos días que el año pasado sus socios vendieron 159 mil millones de pesos en conjunto, lo que equivale a 1.2 por ciento del producto interno bruto del país y 6.93 por ciento del sector comercio.