Buen apoyo, cero reimpulso turístico
i en materia de seguridad pública el gobierno federal le sigue debiendo a Guerrero, habrá que reconocer que, en el ramo turístico, le vuelve a ayudar. Caminos y Puentes Federales (Capufe) hizo público un incremento al peaje en las carreteras que administra, con ase en el tramo y el tipo de vehículo. Capufe exceptúa la Autopista del Sol, en la que no sólo no habrá aumento, sino que seguirá vigente el descuento de 25 por ciento. La medida, desde luego, repercutirá positivamente en la afluencia turística para Acapulco, lo que despertó entusiasmo y gratitud, sobre todo en prestadores de servicio.
Desde hace tiempo la Federación había tenido gestos de apoyo a la entidad, y cuando los guerrerenses han visto la posibilidad de que esta aportación se retire, levantan la voz pidiendo comprensión y demandando que se extienda la ayuda. A partir de que la tormenta Manuel castigó la entidad en septiembre de 2013, el gobierno de la República ha tenido deferencias con Guerrero, lo que sin duda ha resultado de mucha ayuda, el problema es que ni gobierno estatal ni empresarios han buscado la forma de reimpulsar turísticamente la entidad, se conforman con sobrevivir con la afluencia de paseantes de fin de semana. La ausencia de programas de promoción turística, la carencia de proyectos para atraer nuevas convenciones, los planes para crear nuevos atractivos turísticos, resultan evidentes.
El trabajo turístico se sigue concretando, con una u otra actividad de regular calidad los fines de semana. Con eso y con el mantenimiento de oficinas, funcionarios y empleados de áreas turísticas –que resaltan por su inutilidad– justifican el gasto del presupuesto. Planes de promoción a corto, mediano o largo plazos, no se conocen públicamente; tampoco se sabe de resultados de promociones que se hayan hecho con anterioridad. El descuento en el cobro de la autopista, la cercanía de Acapulco con la Ciudad de México y el estado de México, así como la reciente inauguración de el paso exprés de Cuernavaca, han sido y siguen siendo la salvación de los acapulqueños y, es obvio, a eso le apuestan los gobiernos locales.