Siete mundiales se dice fácil, expresa el yucateco Rommel Pacheco, quien apelará a su experiencia en los clavados con la ilusión, el deseo de competir y ganar, en la justa de Budapest, que comienza la próxima semana.

En su último entrenamiento en Monterrey con el equipo de Ma Jin rumbo a la cita húngara, Rommel está con los ánimos por las nubes y con el optimismo positivo que siempre muestra ante la proximidad de una competencia, la segunda de vital importancia después de los Juegos Olímpicos.

Estamos al tope, al ciento por ciento, asegura el especialista en el trampolín de tres metros individual, quien celebrará su cumpleaños 31 en territorio húngaro, el 12 de este mes, dos días antes del inicio del programa competitivo en Budapest.

Aprovechar la experiencia

Vamos con muchas ganas, refiere el campeón de la Copa del Mundo en Río de Janeiro 2016 y séptimo lugar olímpico en la misma ciudad brasileña, la última justa internacional con la que cerró la temporada pasada para reaparecer ahora en el ámbito del orbe como uno de los clavadistas de mayor experiencia con siete campeonatos mundiales de su amplia carrera que comenzó hace dos décadas.

Desde las instalaciones del Instituto Estatal de Cultura Física y Deporte de Nuevo León, el clavadista responde el teléfono a La Jornada, luego de concluir un día más de entrenamiento junto a sus compañeros que estuvieron concentrados para la cita de Hungría.

–¿Qué más puede aprender Rommel Pacheco con toda la experiencia acumulada?, se le cuestiona.

–Son 14 años de siete campeonatos mundiales y podemos seguir compitiendo. Es una responsabilidad, un honor, competir por México. Se dice fácil, pero voy muy contento.

“Siempre se puede aprender, el que tenga experiencia no garantiza nada. Hay que hacer bien los clavados, estar seguros en el momento de la competencia.

No hay ningún secreto, todos nos conocemos; lo único que tenemos que hacer es disfrutarlo. Yo lo sigo haciendo como si fuera la primera vez.

No hay titubeos y se nota tranquilo en su tono de voz a pesar de las prisas, ya que ayer cerró su preparación y este sábado regresa a la Ciudad de México porque al día siguiente viajará con la selección a la capital húngara.

Esperamos llegar el lunes, adaptarnos a las instalaciones y a la hora de la competencia disfrutarla para demostrar lo que sabemos, comenta sin ningún resquicio de arrogancia.

Entre sus principales logros, Rommel, originario de Mérida, suma un total de 22 medallas, 11 de oro, cinco de plata y seis de bronce, de 2014 a 2016, sin contar el título mundial universitario de 2005 y las preseas en Juegos Centroamericanos y Panamericanos, reporta su sitio web.