Un error del defensa Marcelo Díaz derivó en el tanto de Lars Stindl
Ter Stegen congeló varios arribos trasandinos, que perdió ante un equipo joven dirigido por Löw
Werner ganó el botín dorado; Draxler el balón de oro
Claudio Bravo fue el mejor portero
Lunes 3 de julio de 2017, p. 2
San Petersburgo.
La juvenil Alemania dio vigencia a la frase del inglés Gary Lineker, le bastó el solitario gol de Lars Stindl para dar cuenta de la generación dorada
chilena y llevó a sus vitrinas un trofeo que le faltaba, quizá el último que dio la Copa Confederaciones.
Chile tuvo que resignarse ante el empuje de la Mannschaft, que acaparó trofeos. Timo Werner se llevó el botín dorado, mientras Julian Draxler se quedó con el balón de oro del certamen que la FIFA calificó de un éxito
y donde dio el visto bueno hacia el Mundial Rusia 2018. El premio al mejor portero fue para el chileno Claudio Bravo.
Varios jugadores del cuadro chileno terminaron con el llanto desbordado, frustrados ante la desilusión. La Roja inició revolucionada, intensa, pero cuando Alemania aprovechó un error defensivo y pegó la primera dentellada, su brío vino a menos, optó por la cautela ante la alta precisión de la juvenil Alemania.
El intento inicial de los sudamericanos fue un disparo de Arturo Vidal que contuvo el portero Marc-André Ter Stegen al minuto 4. Enseguida acaparó el balón y convirtió a Alemania en casi un espectador, pero fueron sólo 13 minutos, porque los pupilos de Joachim Löw respondieron con seriedad.
Chile tuvo una buena ocasión al minuto 20, Ter Stegen rebotó el envío de Arturo Vidal y Alexis Sánchez no contrarremató de forma correcta. En cambio, Alemania no perdonó un grave error de Marcelo Díaz.
El zaguero perdió de vista el esférico, lo desvalijó Timo Werner, quien atrajo la marca del portero Claudio Bravo y cedió pase a Stindl tan sólo para que éste aplicara el pase a la red. Fue el 1-0 al mismo minuto, que definió el título.
Chile congeló sus impulsos, peor aún cuando el rival emprendía el contragolpe: las piernas de su juvenil rival en veloz fuga al frente eran un espectáculo aparte.
Leon Goretzka recibió pase filtrado y su tiro cruzado pasó a un lado de la meta. Antes de irse al descanso de nuevo estuvo cerca del segundo con opciones de Julian Draxler y el mismo Goretzka.
Los nervios volvieron a afectar a los chilenos. Al minuto 44 Gonzalo Jara perdió de nuevo el esférico en la salida, Draxler cedió a Goretzka, quien soltó otro tiro cruzado. Claudio Bravo intervino preciso para evitar la anotación.
Para el complemento el equipo sudamericano siguió de bajo perfil. En un conato de bronca recibieron tarjeta amarilla Joshua Kimmich y Arturo Vidal. Otro amonestado fue Gonzalo Jara tras asestar un codazo en el rostro a Werner, y a pesar de consultar el videoarbitraje, el castigo fue tibio.
Chile no careció de oportunidades, pero se topó con pared. Al minuto 74 Vidal disparó con gran potencia, sin embargo, el gigantón Ter Stegen desvió por encima del travesaño. Charles Aránguiz probó suerte también y su envío a ras de pasto fue correctamente desviado por el guardameta.
Edson Puch, quien entró al partido al minuto 80 en lugar de Vargas, propició la mejor aproximación de La Roja de la segunda parte. Al 83 se anticipó al portero Ter Stegen, le ganó el balón y recentró, pero Ángel Sagal, quien estaba en el área, voló el balón de forma infame.
El bicampeón de Sudamérica agonizaba, tenía prisa. Bravo y Emre Can fueron amonestados al forcejear por el balón que abrazaba Can. Y el epílogo de la frustración chilena fue el tiro libre que cobró Alexis, un gran disparo ante el que Ter Stegen se lanzó correcto a la izquierda para atrapar.
“El futbol es un juego (…) y al final los alemanes siempre ganan”, dijo Lineker, y Löw con este triunfo acalló a quienes lo criticaron por haber dado descanso a los jugadores que ganaron el Mundial de Brasil y optado por un equipo juvenil.