Renuncian republicanos a votar la reforma sobre el tema
muy difícilderogar el Obamacare
Jueves 29 de junio de 2017, p. 19
Washington
Donald Trump admitió este miércoles que es muy difícil
reformar el sistema de salud estadunidense, luego de que el martes la mayoría republicana en el Senado renunció a someter a votación la derogación del Obamacare, la reforma sanitaria emblemática del predecesor demócrata de Trump, Barack Obama. La finalidad es volver a la carga después del feriado nacional del 4 de julio, pero el tema de la votación –si finalmente tiene lugar– es muy incierto.
Tras ufanarse de un sistema que será mejor y menos caro para las personas y el país que el Obamacare
, Trump dijo este miércoles que el combate en el Senado, donde los republicanos sólo tienen una escasa mayoría (52 de las 100 bancas), sería arduo. “Veremos qué pasa, trabajamos duro. Es muy difícil, cada estado es diferente, cada senador es diferente, dijo el mandatario.
Aunque durante toda su campaña electoral, el magnate inmobiliario prometió la rápida derogación de Obamacare, símbolo, según los republicanos, de la deriva de la administración Obama.
La reforma republicana no afectaría directamente a la mitad de los estadunidenses, quienes tienen una cobertura de sus empleadores. Tampoco modificará la cobertura médica pública de los mayores de 65 años de edad, Medicare. Pero sí afectaría el programa Medicaid, que cubre a los más pobres y a los minusválidos.
Más penas a reincidentes
El martes, el líder de la bancada mayoritaria en el Senado, el republicano Mitch McConnell, anunció la postergación de toda votación sobre el tema durante un almuerzo de senadores a puerta cerrada, al que también asistió el vicepresidente Mike Pence. McConnell tiene un escaso margen de error en el Senado, estrechamente dividido. La iniciativa se descarrilaría si apenas tres de los 52 senadores republicanos votan en contra.
En tanto, Trump, exhortó a la Cámara de Representantes a que endurezca los castigos a las personas que reingresan al país de forma ilegal, así como a las ciudades santuario que se han negado a cooperar con los agentes federales del servicio de inmigración.
Trump se reunió este miércoles con familiares de víctimas de asesinatos a manos de personas que estaban viviendo sin documentos en Estados Unidos. Entre ellos, está Jamiel Shaw, padre de un joven de 17 años asesinado a balazos en California en 2008 por un inmigrante sin papeles.