Abogados denuncian omisiones e ineficiencia de Semarnat
Miércoles 28 de junio de 2017, p. 33
En la isla de Holbox, Quintana Roo, se ha dado la construcción desordenada de hoteles que pone en riesgo la estabilidad ecológica del lugar, ante lo cual la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ha mantenido una actitud omisa e ineficiente, advirtió Jonathan Pineda, colaborador de la organización Salvemos Manglar Tajamar.
Esa expansión caótica ha sucedido desde hace alrededor de cuatro años y en la actualidad hay al menos 17 hoteles, muchos de los cuales fueron permitidos debido a la falta de un plan de desarrollo urbano armónico con el medio ambiente, señaló el abogado en entrevista con La Jornada.
En Holbox está a punto de suceder algo semejante a lo de Cancún: se está destruyendo la flora y fauna endémica, que va a ser impactada de forma irreversible si no se toman medidas para mitigarlo
, subrayó Pineda.
Uno de los factores que propicia el surgimiento desordenado de hoteles es que las instituciones locales encargadas de registrar propiedades, lotificarlas y verificar que todo esté en orden se ven rebasadas, porque no tienen ni el personal ni la capacidad material para llevar a cabo un desarrollo sustentable u organizado
.
Al mismo tiempo, la Semarnat tampoco ha asumido su responsabilidad de exigir que los establecimientos para alojamiento u otros desarrollos inmobiliarios realicen de forma adecuada sus manifestaciones de impacto ambiental y otros requisitos legales, lo cual deja ver una postura omisa
del gobierno federal.
La inexistencia de controles adecuados también facilita la realización de asambleas falsas en las que los ejidatarios supuestamente otorgan su autorización para vender fracciones de sus terrenos a empresas privadas, pero en realidad no firman ningún documento e incluso no se les permite entrar a las reuniones en las que se discuten esos temas.
El resultado de todo ello es que en Holbox de forma cotidiana empresarios hoteleros invaden terrenos y talan árboles y manglares que tardan décadas en alcanzar su altura y grosor adecuados.
El daño ya está ocurriendo ahora, porque a causa de esta tala inmoderada, el nivel del agua ya subió en la isla, se ve basura en el manglar y ya desaparecieron algunas playas de hoteles. Es un tema delicado y triste, porque en cinco años se acabaron a Holbox
, lamentó el abogado, quien junto a un grupo de colegas ha emprendido una batalla legal para frenar la inercia gubernamental.