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Ángel Nápoles sirve de esparrin a Juan Manuel Márquez, bajo la dirección de Beristáin

Nieto de Mantequilla debutará en julio y está listo para las comparaciones

Cuando vio mis trofeos, dijo que iba a ser un chingón como él, relata el joven de 18 años

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Ángel Mantequillita Nápoles eligió el boxeo porque un tío lo llevó al gimnasio, pues conoció a su famoso abuelo hace apenas dos añosFoto Juan Manuel Vázquez
 
Periódico La Jornada
Martes 27 de junio de 2017, p. a15

Ángel Nápoles no sabía quién era su abuelo. Sólo que era un hombre mayor nacido en Santiago de Cuba en 1940, pero desconocía todo acerca de la historia de ese tal Mantequilla. Ni siquiera lo conocía en persona, hacía mucho que el viejo ex boxeador se había marchado a Ciudad Juárez y formado otra familia. Desde aquel exilio ruinoso no le llegaron noticias.

–¿No sabes quién fue tu abuelo? –le preguntó un día su madre, Ana María, una de las hijas de Mantequilla–. Tu abuelo fue un gran campeón que peleó contra lo mejor de su época, fue muy famoso.

Ángel conoció a su abuelo a los 16 años –hoy tiene 18–; recuerda que fue un encuentro emotivo, repleto de curiosidad por la biografía de ese hombre del que tanto se habló en otro tiempo.

Cuando por fin lo conocí ya había investigado mucho sobre mi abuelo, además de que donde yo entrenaba había un póster de él; ya sabía que era uno de los más grandes, cuenta Ángel.

En ese momento, el joven ya llevaba un breve recorrido de su carrera de boxeador amateur; a pesar de su herencia, no había elegido el boxeo por su famoso abuelo, sino por un tío que lo llevó a un gimnasio.

“Fue curioso, porque yo conocí a mi abuelo cuando ya llevaba 11 peleas como amateur. Lo conocí porque mi familia fue por él a Ciudad Juárez; cuando llegó a mi casa vio mis trofeos y me dijo: ‘tú vas a ser un chingón como yo’”, relata Ángel.

“Yo empecé a preguntarle de todo. Que por qué había peleado contra Carlos Monzón si era mucho más grande que él. Me dijo: ‘peleé con él porque nadie quería, todos le tenían miedo, por eso acepté.’”

Ángel Nápoles empezó así su relación cercana con su abuelo Mantequilla, pero con un sentimiento contradictorio. Por una parte, está orgulloso de ser nieto de quien es; por otra, no quiere parecer uno más de esos herederos de famas ajenas.

Problema por el nombre

Está muy cerca de debutar como profesional, en julio próximo, con la dirección del entrenador Ignacio Beristáin, quien le ha aconsejado que lo haga con el nombre completo del abuelo, José Ángel Mantequillita Nápoles.

El problema que encuentra es que sólo se llama Ángel, en cambio su tío –una suerte de hermano mayor para él– sí tiene los dos nombres del legendario peleador, además de que también se dedica al boxeo amateur y pretende debutar, aunque aún no tiene fecha definida.

“Creo que no le gusta del todo la idea. Tampoco a mi familia, porque al final el nombre de él sí es José Ángel y además es hijo de Mantequilla y yo soy nieto. Pero Beristáin me recomienda que debute con ese nombre”, dice un poco atribulado.

“Mi tío también entrena, pero como que se estancó su carrera amateur y por ahora no tiene claro cuándo debutaría. Yo ya debuto el próximo mes.”

Mientras definen la fecha exacta (8 o 29 de julio), Ángel trabaja con entusiasmo en el gimnasio Romanza, de Beristáin, y sirve de esparrin a Juan Manuel Márquez.

Ser esparrin de Juan Manuel Márquez es un privilegio, porque es muy exigente y además aprendo, cuenta el joven Ángel; sí pega durísimo, pero creo que se contiene un poco para no lastimarme, como sea no cualquiera se pone los guantes con un boxeador de la talla de Márquez.

Ángel asegura que está listo para despegar y para escuchar las comparaciones, aunque es frecuente que su nombre sólo tenga ecos en la gente mayor.

Ha pasado mucho tiempo desde la época de mi abuelo, eso es una ventaja, porque los jóvenes no lo recuerdan tanto y eso me da cierta libertad.