enos resiliencia y más autocrítica se le demanda a Juan Carlos Osorio, a quien ciertamente sostienen las estadísticas, pero nunca tan real la frase de que los números son fríos. El juego del Tri no es ni tibio, no está tocando las fibras de la afición, nadie vibra ni se emociona tras las victorias sobre Nueva Zelanda y Rusia, pero aparece en el horizonte Alemania como la gran oportunidad.

Los subestimados oceánicos pusieron en predicamento a los tricolores, y Rusia en su peor versión da pena ajena, pues poco o nada ha mejorado desde la Euro 2016 y el tiempo se agota, queda menos de un año para su Mundial, mientras en la desabrida Copa Confederaciones se disputan el sitio estelar el distraído luso CR7 y el videoarbitraje.

A México se le escapó la revancha ante Chile, sin embargo, toca enfrentar al equipo de Joachim Löw, quien prefirió dar descanso a su equipo titular y por ello también se ganó las críticas de sus exigentes aficionados. El plantel A de México enfrentará al B de Alemania, por lo tanto hay opción de llegar a la final, pero las dudas se han enquistado.

Hoy es más fácil predecir a la oncena teutona que a la propia, acá sólo queda intentar adivinar y tratar de vislumbrar quién podría ser el héroe en turno. Acaso otra vez Oribe, pero no parece ser de toda la confianza del colombiano. Tal vez el irascible Carlos Vela o el inspirado Javier Aquino... ¿será el Chicharito Hernández? Nadie lo sabe.

El Míster, que considera el choque como un bonito reto, ya está inmerso en su tarea favorita: diseccionando al rival en turno, escrutando para hallar sus debilidades y fortalezas, pensando en nuevas rotaciones y ansioso por demostrar que tiene la fórmula del éxito y que quienes lo critican, todo el mundo, están equivocados. Los partidos se planifican en función del rival, esa es su verdad.

Osorio fue muy cuestionado por sus cambios en la Copa América, hasta los federativos le llamaron la atención, pero terco como todos los técnicos, demuestra que no se despegará un ápice de sus conceptos. Hábil, ahora se resguarda en el plantel y explicó que se asesora y toma decisiones con un grupo de mundialistas que encabezaría Rafael Márquez.

El gran mérito del seleccionador es tener a su plantel conforme, unido y feliz, incluido Rodolfo Cota, el único que no ha jugado. Así pues, con la Confederaciones se extingue la gran oportunidad de tener un equipo estelar con buen juego de conjunto. Ganancia extra será que Aquino, quien con sus desbordes le quebró la cintura a más de un rival, regrese a Europa.

¿Quién puede vivir con 2 mil 500 pesos al mes? Esa cantidad es el tope salarial para las jugadoras de la llamada Liga Femenil Mx que inicia actividad dentro de un mes, y que tendría la encomienda de profesionalizar su deporte y abastecer a las selecciones de talento, pero ¿qué profesional de un deporte puede sobrevivir con esa cifra? Dicen ellas: Está para llorar.

La Liga Femenil es un falacia, un monumental engaño. El torneo programado para iniciar el próximo 28 de julio entre 16 equipos de la primera división –por ahora la FMF exentó a Lobos BUAP y al Puebla– resulta todo, menos profesional. Se avecina una ardua lucha, parecida a la de los árbitros, que antaño debían realizar otra actividad para subsistir.

La alegría de las jugadoras, la esperanza y el entusiasmo que surgió entre ellas ante la perspectiva de vivir del deporte que les apasiona se fue al suelo. Se salvarán de recibir el mísero sueldo aquellas que han jugado con la selección nacional o que tienen cierta trayectoria. Serán las menos, porque sólo se admiten dos mayores de 23 años, cuatro menores de 17 y el grueso de cada plantilla no debe sobrepasar los 23.

Sólo unos cuantos clubes están en disposición de pagarles un salario decoroso, la mayoría se apegará al tope salarial. Algunas chicas del Pachuca, ganador del torneo de Copa, se alistan para vivir en la Casa Club, entrenar y estudiar una de las licenciaturas que ofrece la Universidad del Futbol; ellas recibirán un apoyo de mil 500 pesos al mes.

Para las mujeres no hay cupo en los grandes escenarios. Los equipos femeniles jugarán en instalaciones de entrenamiento, igual que los planteles infantiles. La excepción serán las Xolas de Tijuana, que disputarán los partidos de local en el estadio Caliente.

La Federación debe dejarse de titubeos y apelaciones ante el TAS, y trabajar para extinguir el grito eeeh pu..., pues qué desagradable sería ese clamor dedicado a las porteras ¿aparte de mal remuneradas, insultadas? El dinero que los federativos pagan por multas podrían encauzarlo para dar más beneficios a las futbolistas que, por cierto, aspiran también al cobijo de la Asociación de Futbolistas Mexicanos AC, de Rafa Márquez.

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