Bakú.

Fue una carrera totalmente loca, en la que hubo tres coches de seguridad, una bandera roja y un podio inesperado en el Gran Premio de Azerbaiyán, tras los incidentes entre Sergio Pérez, quien abandonó por una imprudencia de su coequipero Esteban Ocon, y un mano a mano final entre Sebastian Vettel y Lewis Hamilton para poner más tensión en las competencias de Fórmula 1.

Los pilotos de Force India pusieron en evidencia, una vez más, su rivalidad. Pérez fue chocado por Ocon y más tarde por una pieza rota de su monoplaza no concluyó la competencia, con lo cual terminó su racha de 37 carreras consecutivas terminadas.

El mexicano terminó frustrado, debido a que su equipo y él tenían opciones para estar en el podio como hace un año, pero un contacto cambió todos los planes, aunque el francés cruzó la meta en el sexto lugar.

Desde Canadá la tensión ha ido aumentando, cuando Pérez no le quiso ceder a Ocon el lugar, pese a la orden directa del equipo; ahora, cuando iba tercero y el galo en cuarto, este último quiso rebasarlo por un espacio muy estrecho y mandó al mexicano al muro.

Ahí rompió la dirección y aunque pudo arreglarla para volver a la pista aprovechando la bandera roja, no pudo concluir la prueba.

“Arruinamos la carrera, no podía hacer más para evitar el accidente. Intenté subirme al muro pero ya no tenía más espacio a donde ir. Mi compañero de equipo acabó con la carrera de los dos.

El equipo tiene que tomar decisiones importantes, porque la forma en que compitió mi compañero no fue lo mejor. Perdimos un resultado muy importante, fustigó el jalisciense.

Las reglas son muy claras, podemos correr, en el pasado tuve peleas muy duras con Nico Hulkenberg, pero siempre dándonos espacio y respeto. Hoy hubiéramos llegado al podio, pero en fin, no se dio y así son las carreras, finalizó.

Por su parte, Ocon restó presión al asunto y explicó: “fue un incidente de carrera lo que sucedió, después de la curva él me tocó y me apretó contra la pared y en la curva dos Checo estaba en la parte de adentro en un tramo de pista muy apretada, nos tocamos, lo discutiremos internamente y todo debe estar bien”.

Otro encontronazo que sacó chispas en el circuito fue entre los dos aspirantes al título. En la vuelta 22, durante una tercera neutralización de la carrera tras un coche de seguridad, Hamilton dio una fuerte frenada cuando Vettel se encontraba detrás, lo que hizo que la parte delantera de su Ferrari chocara con la trasera del Mercedes.

La reacción colérica de Vettel, acompañada de un gesto con la mano poco cortés contra su rival, costó cara al alemán: una penalización de 10 segundos con la obligación de pasar por boxes. El incidente entre los monoplazas de los dos primeros de la clasificación mundial obligó a los comisarios de carrera a ondear la bandera roja, por primera vez en la Fórmula 1 desde el Gran Premio de Australia de marzo de 2016.

La rivalidad de Vettel y Hamilton, quienes terminaron en cuarto y quinto sitios, relegó a un segundo plano la victoria de Daniel Ricciardo (Red Bull), quien no ganaba una carrera desde el Gran Premio de Malasia de octubre de 2016.

El segundo lugar fue para Valtteri Bottas (Mercedes), pero fue más sorprendente el tercer puesto para el joven canadiense Lance Stroll (Williams), que a sus 18 años se convirtió en el segundo piloto de menos edad en subir a un podio de la Fórmula 1, detrás del holandés Max Verstappen (Red Bull).

El español Carlos Sainz Jr (Toro Rosso) fue octavo, pero sobre todo destacó Fernando Alonso, que logró un noveno lugar pese a salir desde la última línea de la parrilla, consiguiendo así los primeros puntos de este año para McLaren.