a prensa internacional nos había dado muy poca información sobre un pequeño país del Medio Oriente, Qatar. Ahora es objetivo de agresiones de Arabia Saudita y de otros países, y propósito del intento de dominios por todo el mundo del todavía nuevo gobierno de Estados Unidos.
A partir de la reciente visita del presidente estadunidense, Donald Trump, al Medio Oriente, dio la orden, por medio de Arabia Saudita, a varios países de expulsar de éstos a ciudadanos y a empresas relacionadas con Qatar, incluso al canal de televisión y en general de telecomunicación, Al Jazeera. También se quiere castigar al país árabe por sus relaciones con Irán, cuya independencia molesta al imperio. Asimismo le molesta que este país venda gas en grandes cantidades a China e India. Y más les incomoda que Irán les venda grandes cantidades de petróleo.
Está estableciéndose en Qatar el uso de la moneda china, el renminbi (yuan), en lugar del dólar, como la moneda internacional. Esto se ha empezado a extender y ya fue hecho por Irán, según información del Financial Times.
Además, en los últimos meses, entre Irán y Qatar había habido una colaboración que facilitó la evacuación de poblaciones sirias bajo asedio por la guerra, tanto en territorio controlado por el gobierno sirio como en otros controlados por los rebeldes. Esto se tradujo en una buena relación entre estos dos países y el gobierno de Siria.
En cuanto al bloqueo de los puertos de Qatar para evitar su comercio internacional, Irán le ofreció sus muelles, dado que entre ellos hay una buena comunicación terrestre, para ese comercio. Además, pueden los dos comunicarse libremente por tierra con China y con otros países.
Un elemento muy importante de la producción de gas en Qatar es su industrialización. Se había dejado de desarrollar esa producción, pero recientemente se reanudó la industrialización. Lo principal es la producción de LNG (gas natural licuado), en el país se construyen 14 trenes, con una capacidad de producción que haría al país el principal exportador del mundo, en cinco a siete años. Aquí, en México, se ha optado por importar cada vez más gas y sus derivados, y por dejar de invertir en su extracción y en su transformación.
Qatar, potencia importante del petróleo y del gas, ya había comprado una parte de las acciones de la petrolera rusa Rosneft, que es también un proveedor de Asia.
Así que el no muy conocedor de todo esto presidente de Estados Unidos, se metió en un gran lío, queriendo usar a unos relativamente pequeños países del Medio Oriente contra el gigantesco continente asiático, en el que se producen y consumen enormes cantidades de petróleo y de gas. Hablamos de casi la mitad de la población del mundo.
Mientras cometía esos errores en Asia, cometía otro aquí, en América Latina. Comisionó a sus agentes en el gobierno mexicano para, en la Organización de los Estados Americanos (OEA), golpear a Venezuela, casualmente también productor petrolero, tratando de acabar con su independencia y con sus avances sociales. Como es sabido, perdió en la OEA, anteriormente controlada por el imperio, y sólo logró exhibir a sus agentes mexicanos como tales, y hacer más impopular al gobierno al exhibirlo como dependiente.
Agregamos algo importante, que apareció ayer en la mañana en este diario. Arabia Saudita y otros tres países vecinos suyos, exigen, junto con otras demandas, y como condición para suspender las agresiones mencionadas, que se cierre la mencionada Al Jazeera, de prensa y comunicación de Qatar. Como aquí hemos tenido que soportar hasta los asesinatos, hasta hoy impunes, de periodistas.
