Inyectará 10 mil millones de euros y comprará parte de sus activos a Intesa Sanpaolo
La liquidación la llevarán a cabo autoridades del país y no mediante el mecanismo europeo
Domingo 25 de junio de 2017, p. 18
Roma.
El gobierno italiano está preparando el rescate de dos bancos al borde de la quiebra, Banca Popolare di Vicenza y Veneto Banca, a través de una inyección de unos 10 mil millones de euros y la compra de parte de sus activos por parte del grupo bancario Intesa Sanpaolo.
En un comunicado, el ministerio de Finanzas anunció que el gobierno se reunirá durante el fin de semana para asegurarse de que las operaciones bancarias siguen operativas
, y para proteger a los depositantes y a los accionistas.
Las autoridades de Bruselas anunciaron el viernes que la liquidación de los dos bancos de Venecia será llevada a cabo por las autoridades italianas, y no a través del mecanismo europeo que se aplicó en el caso del español Banco Popular.
El rescate consistirá, por una parte, en la venta a Intesa Sanpaolo de las actividades sanas
de los dos bancos, para permitir que el lunes puedan abrir las oficinas
, de acuerdo con el Corriere della Sera, principal diario italiano.
Por otra parte, el gobierno creará un banco malo
con los créditos dudosos (con riesgo de que no se devuelvan) de ambas entidades.
La operación costará al Estado entre 8 mil y 10 mil millones de euros, señaló el Corriere della Sera, mientras La Repubblica evalúa que se tratará de entre 10 mil y 12 mil millones.
Según este último diario, el Estado no sólo se hará cargo de los créditos dudosos, sino también de la salida de entre 3 mil 500 y 4 mil empleados, ya sea mediante despidos o prejubilaciones, de los dos bancos venecianos, pero también de Intesa Sanpaolo.
El miércoles, el grupo bancario dijo estar dispuesto a comprar algunos de los activos de los bancos en dificultades, pero con condiciones.
En concreto, el consejo de administración aprobó por unanimidad adquirir algunos activos y pasivos
de Banca Popolare di Vicenza y Veneto Banca por una suma simbólica
, indicó un comunicado, que según los medios sería de un euro.
Intesa Sanpaolo exige, sin embargo, que la compra no afecte su porcentaje de capital de máxima calidad –el llamado CET1, que sirve para medir la solidez de un banco en caso de crisis–, ni tampoco su política de pago de dividendos.
También descartó una futura ampliación de capital, así como hacerse cargo de los créditos dudosos o de obligaciones subordinadas, que suelen ser de alto riesgo.