El sector privado no se pone de acuerdo respecto del incremento al salario mínimo: mientras el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) señala que no es el momento, que habrá que esperar que se estabilice la inflación, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) urge a que se concrete ya el aumento.

El titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), Alfonso Navarrete Prida, señaló lo anterior en la inauguración del cuarto Congreso de la Sociedad Mexicana de Derecho del Trabajo y sostuvo que hay posturas muy distintas entre los organismos privados sobre el tema de los mínimos, por lo que hasta que haya consenso entre los sectores se podrá avanzar.

En otra sede, al pie del Monumento a la Revolución, la dirigencia de la Coparmex ofreció una conferencia en la que demandó a Navarrete Pri-da que se convoque a la brevedad a la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) para revisar el incremento a los sueldos obreros, como parte de una nueva cultura salarial que busque elevar estas remuneraciones de forma gradual.

Durante el anuncio realizado en la Plaza de la República, el presidente del organismo patronal, Gustavo de Hoyos Walther, sostuvo que en el segundo semestre de este año el mínimo deberá llegar a 92.72 pesos, es decir, a las líneas de bienestar fijada por la Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social.

Desde mitad del sexenio surgieron propuestas de diversos actores del país para aumentar estos salarios, una de ellas del jefe del Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, propone a 92.41 pesos, similar a la propuesta de la Coparmex. Al respecto, Navarrete Prida creó una comisión especial para revisar el tema, la cual entregaría resultados el año pasado, pero eso no ocurrió.

El tema quedó en el aire y sólo se han dado los aumentos tradicionales de cada año, conforme la inflación.

Ayer el secretario llamó a los sectores productivos a dialogar: La convocatoria es, sentémonos, pues si no hay unidad de los sectores productivos no se puede diseñar una política de recuperación salarial a mediano plazo, ni siquiera a corto plazo. Es complicado, indicó.

Por su parte, De Hoyos Walther explicó que la estrategia sería aumentar de 80 a 92 pesos el mínimo y que se haga un ajuste de entre cinco y ocho pesos por año para que en 2030 el salario mínimo general pueda ubicarse en un rango de 162.35 a 194.68 pesos.

Sostuvo que México requiere una política salarial a largo plazo, con acción inmediata, que en la iniciativa privada hay coincidencia en que tienen que aumentar los salarios, pero hay diferencias en cómo y cuándo, para que dichos ajustes no provoquen mayor inflación, ya que ésta se elevó por el incremento de los combustibles a principios de año.

En su oportunidad, Navarrete indicó que el gobierno está en la mejor disposición de sentarse a negociar, cuando ustedes tengan el consenso para hacerlo, no con buenos propósitos, sino con propuestas viables, ya que la cuestión es que alguien tiene que pagar los aumentos y son los empresarios, no el gobierno.

Navarrete Prida expuso que con esta postura el gobierno no se está lavando las manos.

En tanto, el presidente del CCE, Juan Pablo Castañón, aseguró que hay preocupación entre el empresariado por los niveles que ha alcanzado la inflación, la cual superó 6 por ciento. Sin embargo, consideró que la Conasami, deberá iniciar cuanto antes el análisis de las posibles vías para fortalecer el poder adquisitivo de los trabajadores e hizo ver que los sueldos se tienen que fortalecer, conjuntamente con la productividad.