Kazán.

Alemania y Chile protagonizaron este jueves un vibrante partido en la segunda fecha de la Copa Confederaciones; sin embargo, desaprovecharon la oportunidad de asegurar su pase a las semifinales del torneo tras empatar 1-1.

Tanto germanos como andinos afrontarán la última jornada del Grupo B, ante Camerún y Australia, respectivamente, con cuatro puntos, tres más que sus rivales, por lo que tienen todo en favor para avanzar a la siguien- te fase. Incluso un empate les serviría para llegar a las semifinales.

El chileno Alexis Sánchez, quien fue elegido el mejor jugador del partido, abrió el marcador en el Kazán Arena apenas al minuto seis, con lo que se convirtió en máximo goleador histórico del campeón de América, con 38 goles en 112 partidos como internacional, superando los 37 que tenía el ya retirado Marcelo Salas. El alemán Lars Stindl consiguió la igualada al minuto 41.

El equipo comandado por Juan Antonio Pizzi controló gran parte del encuentro con un juego más intenso, aguerrido y veloz que la Alemania experimental del técnico Joachim Löw.

La inexperiencia de los seleccionados alemanes pronto quedó al descubierto, pues un error en la defensa ocasionó el gol tempranero de los andinos. Shkodran Mustafi perdió el balón y éste quedó al alcance de Arturo Vidal, quién cedió a Sánchez para que con un disparo pegado al palo moviera los cartones en favor de Chile.

La joven selección alemana respondió inmediatamente. Con tiros desde media distancia intentó penetrar el arco rival; no obstante, los disparos fueron infructuosos; mientras que sus titubeos en la zaga le cedieron el poder ofensivo a los chilenos.

Ante casi 40 mil espectadores, la gran mayoría apoyando a la selección chilena, Eduardo Vargas estuvo muy cerca de ampliar la ventaja para los sudamericanos al revolverse en el área y enviar un bombazo que pegó en el travesaño, al minuto 19. Cuando parecía que Chile, que tenía el dominio total del partido, se iría al descanso con ventaja en el marcador, Alemania logró colarse hasta el área rival para conseguir la igualada.

Emre Can condujo desde el centro del campo y habilitó a Jonas Hector, quien centró desde la izquierda para que Stindl empujara el balón e hiciera su segundo gol en dos partidos, con lo que silenció por un momento al atronador público chileno. La combinación tuvo el sello letal de la Alemania grande, la actual campeona de mundo.

El arquero alemán Marc-André ter Stegen aún tuvo tiempo de desviar un disparo de Sánchez antes del medio tiempo.

Para el segundo episodio de uno de los encuentros que causó más expectación en el torneo, Chile siguió al mando con tres balones aéreos a Vidal y otro disparo de Vargas, y hasta la grada volvió a encenderse cuando el árbitro mostró una tarjeta amarilla a Sánchez por lanzar enfadado un balón fuera.

El chileno Gary Medel tuvo que ser remplazado al minuto 70 por una lesión muscular. A partir de entonces, el partido bajó de intensidad, una situación cómoda para Alemania en el tramo decisivo; sin embargo, las llegadas de los teutones se extinguieron en el área o en las manos del portero rival Johnny Herrera, quien suplió en el arco a Claudio Bravo, pues éste aún no se recupera de los problemas físicos que arrastra desde hace dos meses.

El empate dejó un sabor amargo al equipo de Pizzi, que a pesar de dominar el encuentro se quedó con las ganas de obtener una victoria ante el actual campeón del mundo, rival al que no vence desde hace más de medio siglo.