Grupo México, del empresario Germán Larrea, está en contubernio con un gremio de protección para intentar arrebatar el contrato colectivo de la sección 201 de la mina de Sombrerete, Zacatecas, al Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana.

El sindicato que encabeza Napoleón Gómez Urrutia, planteó que dicho empresario vuelve otra vez a las trampas y usando gremios blancos intenta desconocer la huelga de esta mina, violentar la libertad sindical de los trabajadores y eliminar sus derechos.

Refirió que el 30 de julio se cumplirán 10 años de huelga en la mina de Sombrerete, la cual no se ha resuelto por la intransigencia del empresario y su negativa a sentarse a negociar para encontrar una solución conciliatoria del conflicto.

Desde 2007 la empresa alquiló los servicios de un sindicato de la CROC para demandar la titularidad la cual llevó golpeadores a tomar la mina. No obstante, “para sorpresa de la misma en 2012 ganó la votación el Sindicato Minero, y el organismo charro tuvo que desistirse de su demanda”.

Pero en agosto del 2013 la empresa se alió con otro sindicato patronal de Monterrey, que interpuso otra demanda de titularidad, el cual dejó pasar casi 4 años sin actividad procesal. Se trata del Sindicato de la Exploración, Explotación y Beneficio de Minas, que en audiencia presentó un padrón insólito de trabajadores, de los cuales supuestamente 160 ya renunciaron, otros 16 están pensionados por edad avanzada y 11 muertos. Un total de 187 mineros que ya no laboran en la mina.

Legalmente la demanda tendría que se desechada por caducidad por haber estado casi cuatro años en inactividad procesal; sin embargo, este sindicato charro señala que los trabajadores que representa prestan sus servicios a la empresa, lo que es mentira, porque la empresa está cerrada desde el 30 de julio de 2007 por la huelga.

El gremio indicó que la empresa usa al subsecretario de Trabajo, Rafael Avante, para hacer este tipo de trampas fuera de la ley, y que las admita la Junta Federal, pues la trayectoria de Grupo México está plagada de actos ilegales inocultables tanto en México, Perú, Estados Unidos y España.

Hizo ver que a los mineros no olvidan el homicidio industrial en Pasta de Conchos, donde murieron 65 trabajadores por la negligencia criminal de la empresa y tampoco olvidan la tragedia ambiental sobre los ríos Sonora y Bacanuchi, provocada por la irresponsabilidad del consorcio, sin que a la fecha haya realizado una remediación a fondo.